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Visibilizando las realidades

Visibilizando las realidades

Felipa Nery

Hernán Francisco Gómez, es un investigador reconocido, del Instituto Mora, que entre sus líneas de investigación, analiza la pobreza en México, por lo que ahora desarrolla el tema: Percepciones de las élites sobre la pobreza y la desigualdad en México; para ello, se ha dado a la tarea de realizar entrevistas a empresarios de distintas partes del país, en especial del norte y del sureste, para conocer de manera directa, sus perspectivas sobre la pobreza y el desarrollo. Revisaba una entrevista que le hicieron en conocida estación de radio, XEVT, durante su estancia en Tabasco, donde hizo sus indagaciones con los hombres de negocio de la entidad, y hablaba de los referentes que le han hecho los empresarios en Tabasco, sobre el aumento de la pobreza, debido principalmente a la forma en que los políticos se han aprovechado de los pobres. Hernán está preparando su libro y piensa que para los primeros de meses del próximo año esté listo y quizá, pueda incidir en las políticas públicas que pueda adoptar el próximo gobierno para atender el problema de la pobreza, principalmente en el sureste del país. Refiere, que en sus entrevistas, se ha percatado, que en el norte, los empresarios no son tan sensibles a la pobreza que padecen los indígenas del país, cómo sí lo son un poco más los empresarios de esta región,  él señala, que los norteños no advierten que la cercanía que ellos tienen con el vecino país del norte les ha permitido acceder a un mejor desarrollo. Efectivamente, mucha gente sólo opina sin conocer la realidad de quienes viven en la pobreza en el sureste mexicano y en especial aquí en nuestro pueblo, para empezar, durante la época colonial en Tabasco no tuvimos educación, porque los religiosos que llegaban de España para evangelizar a los “indios”, no se quedaban aquí, no sólo por los mosquitos y el pantano, sino ante la pobreza en la que vivían los indígenas, no tenían mucho de dónde sacar provecho y acumular riquezas, como sí lo podían hacer en el centro del país, donde había oro y plata, y todos sabemos que sin educación y cultura, no hay desarrollo del ser humano, no hay crecimiento espiritual; en Tabasco, la educación inició prácticamente en el siglo XX, con el gobierno de Tomás Garrido Canabal. A esto, habrá que agregar, las condiciones difíciles para habitar estas tierras pantanosas, donde el tabasqueño tiene que enfrentarse de manera constante a las inundaciones y las inclemencias del tiempo, aquí las siembras son por ciclos, debido a las temporadas de inundaciones, si no es que ahora las inundaciones son permanentes en muchas partes, debido al escurrimiento de las presas del Alto Grijalva que pasa por nuestros ríos que se desbordan en las tierras tabasqueñas, en su paso hacia el mar; a esto, habrá que agregarle la destrucción de las tierras y contaminación del agua a causa de la actividad petrolera, además del detonante de la corrupción, a partir de los recursos millonarios que Petróleos Mexicanos aportó al gobierno estatal para desarrollar su actividad, con lo que el gobierno fue dando dádivas, no para incentivar la transformación de las personas en seres humanos, sino para volverlos improductivos y dependientes.