Para muchos Camilo Blanes, el único hijo que tuvo el cantante Camilo Sesto, ya tocó fondo, lleva más de un año sumido en las adicciones, recluido en la mansión que le heredó su padre, una de las voces románticas y más queridas de la música en español.
Desde que en 2018 Sesto falleció, su hijo Camilín no ha retornado a la música, terreno donde tenía un futuro prometedor por su talento al cantar, incluso con un estilo muy parecido al de su difunto padre, quien antes de morir lo acompañó a dar sus primeros pasos en la música.
Blanes estudiaba actuación cuando descubrió que lo suyo era la música, por lo que habló con su padre y le pidió apoyo, y cuando comenzaba a despegar su carreta, Sesto falleció en 2019 de un paro cardiorrespiratorio asociado a un fallo renal, por el cual ya mantenía un delicado estado de salud desde hacía varios años.
Desde entonces Camilín, que actualmente tiene 41 años ha estado inmerso en las drogas y el alcohol, su deterioro físico es evidente, la delgadez y la desaparición de varios de sus dientes son muestra de lo avanzada que está su adicción.
Camilín ha mostrado su día a día en redes sociales, en Instagram, donde se hace llamar Sheila, ha dejado constancia de la decadencia de este 2024.