DE ESE PACTO POR TABASCO

MARYCHUY CASTILLO

Emulando el ejemplo Nacional, los partidos políticos y las principales fuerzas públicas del estado conjuntaron una mesa de diálogo para firmar un acuerdo en el que se propondrá sacar adelante todas las reformas que se necesitan para llevar al estado a una nueva dirección política con beneficio para la población.
El Gobernador Arturo Núñez y la confianza que inspiró su equipo de trabajo. Logró reunir a diferentes actores para poner como prioridad el sacar adelante un conjunto de leyes dispuestas a cambiar, o mejorar, la manera en que las cosas se hacen en el estado. Lo importante es que, con su capacidad como gobernador y con la facultad para enviar iniciativas del Ley al Congreso, Núñez sabe que puede hacer realidad mucha de las leyes que tiene en mente. Por otro lado, los partidos políticos, encabezados por el PRI, que son oposición, colaborarán también la construcción de normativas que no sólo sean enviadas por el ejecutivo, sino en la afinación de detalles que puedan pasar desapercibidos.
A nivel nacional, ningún partido tiene mayoría, por lo que, para sacar adelante propuestas, deben hacerse alianzas para acordar consenso. En Tabasco, la situación es un poco diferente. El PRD es dominador absoluto, y ni todos los demás partidos juntos, podrían frenar reformas que el sol azteca quiera poner en marcha. El Pacto entonces puede funcionar como una imagen de civilidad de los partidos políticos de oposición que, de todas formas, no tienen oportunidad de luchar contra las iniciativas del Gobernador, les parezca o no justas o benéficas para el estado. Por su parte el PRD quiere limpiar su imagen pues, aún como oposición minoritaria en antiguas legislaturas, pudo parar varias propuestas, fueran positivas o no para el estado.
La pregunta es, si realmente el PRD es tan civil como ahora sí, lo demuestra, ¿Por qué anteriormente nunca se pudo sumar a favor de una iniciativa del Gobernador? La verdad es que, la única respuesta que no mancharía su oscuro historial, es que, solamente tratan de seguir el ejemplo nacional del Pacto por México, en el que, su fuerza política se sumó a la de la Presidencia para beneficio del país. Independientemente de esta idea, los perredistas pondrán las cartas, reglas y juego sobre la mesa, ya que, con un pacto de esta naturaleza no sólo amarra a los demás partidos a sacar adelante propuestas necesarias, y es que, cada uno presentará una iniciativa en cuanto a los temas correspondientes. La cuestión será, ¿de qué extracción partidista se aceptarán más reformas?