¿QUIÉN LE PREGUNTA A LA GENTE?

MARYCHUY CASTILLO

En la búsqueda de los que ellos han llamado “salvar a la nación”, muchos funcionarios públicos electos han decido cambiarse de partido. Se habla sobre todo de los perredistas que siguiendo a su líder moral, Andrés Manuel López Obrador, han cambiado su residencia  política a Morena desde la creación de su comité Nacional que actualmente dirige Martín Batres. De allí, muchos actores políticos se mudaron al Movimiento de Regeneración Nacional y en la escena nacional, aún se esperan algunos “peces gordos” para reforzar a las filas morenistas.
En el caso de Tabasco, la situación tuvo un contexto más o menos similar. Javier May se volvió el cacique estatal de ese instituto político y poco a poco el llamado de Andrés Manuel a fortalecer el nuevo partido. Para fijar la situación de manera similar, se espera que poco a poco a más personas cambiándose al bando de los pejistas, entre ellos, varios funcionarios públicos tanto electos como designados. Aquí empieza la cuestión de, en quién realmente cae el poder del pueblo según la definición de democracia. Si bien los funcionarios designados del gabinete y gabinete ampliado, son responsabilidad del representante del ejecutivo, que sí debe ser elegido, bajo “circunstancias normales”, a través del voto, son aquellos funcionarios de elección popular en quienes recae una duda moral. ¿Por qué es decisión de ellos, y solo ellos, el poder cambiarse de partido político si fueron elegidos, por la gente, bajo representación de un instituto en particular? Es seguro que muchas personas no cuestionarían este movimiento de los candidatos a los que eligieron, pero ¿han pensado en quienes no quieren que ese traspaso se dé? ¿Por qué un funcionario podría estar seguro de que el cien por ciento de su electorado no lo cuestionaría si se cambiara del PRD al PAN? ¿Tienen datos? ¿Le preguntaron directamente a su gente?
¿Quién tiene el poder realmente? En muchos casos, el cambio de camisa de un partido a otro es reflejo de un capricho político, una oportunidad para muchos funcionarios de seguir buscando cargos, pero sobre todo, de demostrar que los votantes solo importan en tiempos de comicios.
De testigos.- La semana santa acaba de terminar. Para muchos fue el tiempo perfecto para vacacionar, otros menos afortunados no tuvieron esa oportunidad. Lo más importante es recordar lo que sucedió con Jesús hace cerca de dos mil años, y si bien, uno quiere distraerse de tantas cosas, siempre debemos procurar hacernos el tiempo de recordar a ese que se nos presentó como el hijo de Dios y recordar su mensaje de amor y paz en el prójimo.