DE LA SOCIEDAD QUE NOS OLVIDAMOS

MARYCHUY CASTILLO

Muchos de nosotros estamos inmersos en el mundo de las comunicaciones, lo que nos permite conocer imágenes y sonidos de otras partes del mundo. Tendemos a comparar la sociedad en la que vivimos con aquellas espectaculares, esas donde la ciencia es parte del día a día mientras que para nosotros es un sueño bastante lejano. Vemos también el desarrollo de comunidades en donde todos los servicios están al alcance de la mano, y las últimas tendencias de la moda se pueden conocer prácticamente en el día a día. Están también aquellas urbes donde la dinámica social se conjunta con la paz y armonía de las manifestaciones culturales que las rodean. Asimismo podemos captar imágenes de sociedades aún alejadas de cualquier avance digital, en el que impera una estructura social diferente a la que somos capaces de asimilar y la convivencia con la naturaleza es vital, ya que, a sabiendas de que ella los provee de alimentos y recursos, optan por darle un respeto que otros poco a poco han perdido.
Por otro lado, cada vez es menos frecuente la cantidad de noticias que nos dan acerca de las personas que están lejos de conocer estas modalidades tecnológicas por la falta de alfabetización. Lo primero que nos viene a la mente, son aquellas comunidades lejanas de los centros urbanos, donde las calles de terracería, casas de materiales improvisados y niños sin calzado son parte fundamental de un panorama pintado con fuerza por la cantidad reiterativa de notas informativas al respecto. Si bien es cierto que muchas personas de estas comunidades sufren de la falta de conocimiento escolar básico, se nos olvida que también, muchas de las personas analfabetas, están en las ciudades.
A sabiendas de que la educación básica es herramienta esencial para el desarrollo humano, el IEAT, a cargo de Martha Osorio, propuso un proyecto que consiste en becar a estudiantes del nivel medio superior para entrar a las filas de este instituto que busca educar a los adultos mayores del estado. Se consideraría a alumnos que quieran aportar su tiempo para la causa alfabetizadora como profesores, se les dotaría de las herramientas y las capacitaciones adecuadas para fortalecer la profesionalización de su actividad dentro del instituto, y buscar así un mayor avance en la búsqueda de la erradicación del analfabetismo. Por otra parte, se apuesta al conocimiento, y familiarización de los jóvenes con recursos digitales más avanzados, como parte fundamental de las herramientas que podrían usar para combatir el rezago educativo.
La propuesta está consolidada, aunque aún es todavía un proyecto que necesita ser aprobado. Bajo el conocimiento de las condiciones sociales y educativas en las que se encuentra el estado, la profesora Martha Osorio busca ayudar a los jóvenes de nivel medio superior con becas, continuar con la labor del IEAT con los adultos mayores y mejorar el nivel educativo; todo al mismo tiempo. Un objetivo general, compuesto de otros específicos que no pasan desapercibidos, pues alcanzan otros rubros que también son importantes para el desarrollo educativo en el país.
De testigos.- La buena, la diputada Bertha Vidal se deshizo de su contadora, una tal Maribel, ya pretendía usar los recursos para pagar a los empleados de la legisladora apostándolos en el Taj Majal para incrementarlos, al cual es asidua visitante, pero nunca gana sino todo lo contrario. La mala; que la diputada pretende cobrar la entrada a los sanitarios y entretenerse en algo diputada.