¿Y SI NOS QUITAN EL CONTROL?

MARYCHUY CASTILLO

La televisión, en nuestro País, forma parte principalísima de la familia, esa que en un principio, fue acusada como la caja boba, el aparato del diablo, entre otras cosas, no pudo ser desbancada. Al entrar al mercado los canales de la iniciativa privada (los de paga)  quienes decían que solo servía para enajenar las mentes tuvieron que aceptar que también había programas culturales, deportivos, de entretenimientos etc., los acusadores de caja infernal se tragaron sus palabras al entrar con canales propios para difundir durante las veinticuatro horas del día programación relacionadas con sus opciones religiosas. Pero, una amenaza se cierne sobre los televidentes y es que en la región más apartada de México, aún cuando la casa se este cayendo, lo primero que se asoma entre las ruinas es una antena de televisión, señal de que ahí existe un aparato receptor con control remoto.
En Tabasco, con una población de más de quinientos mil habitantes, la mayoría cuenta con uno o dos aparatos de televisión, que habrán de adaptarse al llamado “apagón analógico”, y que según los expertos consiste en el cambio en la difusión de señales, abandonando el sistema tradicional por las digitales. Dicen los genios de la modernidad, que a medida que la población pudo pagar la televisión privada, los canales locales quedaron en desventaja en cobertura, el apagón es para forzar a esos canales a que se actualicen para emitir Televisión Digital Terrestre (TDT) y con la finalidad de que las señales analógicas liberen el ancho de banda para ser utilizable para ser empleado por más canales de televisión. Esta señal es aquella en donde los valores de la difusión o voltaje varían constantemente en forma de corriente alterna, es un tipo de señal generada por un sistema electromagnética como un conjunto de señales que percibimos como la luz, el sonido, la energía y tienen una variación continua. Esto, sería útil a los operadores de telecomunicaciones por dos motivos, se puede dar más cobertura y la señal en interiores de edificios es mejor. Hasta ahí todo parece bien, el asunto es que en Tijuana, primer Estado del País en donde se puso en marcha este apagón, no todos pudieron adquirir el decodificador que oscila entre los cuatrocientos y setecientos pesos para entrar en la era tecnológica y las imágenes de los noticieros fueron más que elocuentes, a los jodidos los pasaron a re joder porque no todos alcanzaron el aparato que se necesita para adaptar y ver la imagen y digo lo de la amenaza a la única distracción de los amolados porque a Tabasco el “apagón analógico” llegará en el mes de noviembre del dos mil catorce y se sabe que el gobierno debe entregar los decodificadores a la población porque el que no lo tenga se quedaran sin poder ver y recibir las imágenes ni siquiera de la programación de los canales del lugar como sucedió en Tijuana. ¿y el control apá?