REDACCIÓN
AVANCE
En el caso de la señora Dolores Hernández Hernández, el Hospital Regional de Alta Especialidad de la Mujer actuó con oportunidad y responsabilidad; la pérdida de su bebé, con 31.6 semanas de gestación, se debió a factores totalmente ajenos a los servicios hospitalarios, afirmó la directora de la institución, Yanet Pérez Méndez.
La funcionaria del sector salud precisó que en este caso no hubo negligencia médica ni falta de atención, e informó que la paciente Hernández Hernández llegó al nosocomio con su producto ya muerto.
De acuerdo con el historial clínico de la paciente, de 38 años de edad, ésta padece un cuadro de hipertensión crónica con apego irregular al tratamiento, particularmente durante el control prenatal, además que es diabética manejada con insulina.
Refirió que la propia Dolores Hernández manifestó al personal médico que el día anterior al lunes 17 de junio –fecha en que llegó al área de Urgencias del Hospital de la Mujer–, presentó dolor de tipo obstétrico.
La directora del nosocomio reportó que durante la valoración médica a la paciente ya no se le detectaron frecuencia cardiaca ni movimientos fetales, por lo que se le propuso interrumpir el embarazo por vía cesárea.
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