AGENCIA
REDACCIÓN
MÉXICO, 26 JUN.- Editar un libro artesanal en México se ha vuelto un proyecto de vida para muchos creadores, poetas, pintores, ilustradores, diseñadores y artistas; cuidan al 100% el proceso de cada libro, las portadas son confeccionadas a mano en materiales importados y de la mejor calidad, de ahí que sean tirajes tan cortos que en algunos casos apenas superan los 10 ejemplares y en otros, casi la generalidad, van de entre los 100 y los 250 o acaso 500. Claro, los costos son más altos que los de un libro “normal”.
Hacer esos libros que son objetos de arte o libro objeto no es el gran negocio para los editores que ponen allí sangre, sudor y vida, en el mejor de los casos salen “tablas” en cuanto a la inversión y económicamente se sostienen con libros que coeditan con instituciones culturales federales y estatales, con mecanismos de suscripciones o con la generosidad de escritores y artistas que donan su trabajo porque creen en el proyecto.
No pagan derechos de autor, si acaso algunas editoriales otorgan un pago único.