FELICES VACACIONES MAESTROS

MARYCHUY CASTILLO

Dios hace cosas grandes e inescrutables, y maravillosas sin número Sólo el poder de Dios (Dios nos ama a todos, vivos y muertos, estemos en la tierra o en el espacio, como en la Estación Espacial Internacional, sin restricciones para su inmenso sentimiento) es más grande que la fiaca de la mayoría de los maestros. En Oaxaca, por citar un ejemplo, se van a cumplir 42 días en paro, y es que, no necesito ser vidente para saber que el lunes continuarán sin trabajar. Y lo más probable es que, en el transcurso de esa semana se termine la protesta porque el ciclo oficial de clases ha concluido, por lo que ya no tiene sentido estar sin hacer nada cuando pueden hacer nada de verdad.
Dice el viejo adagio que para tener vacaciones hay que trabajar, ¿de qué descansarán los maestros? ¿De los días de clases? Ja, ja, ja, por favor. Aunque he escuchado mejores chistes, lo cierto es que esta postura es tan irrisoria que hasta Abner se reiría. Claro, no le avisen antes lo que tiene que hacer pues ya que, nada más por llevar la contra, seguro no lo hace aunque ejecute la micción por dentro. La cuestión sería, ¿qué hacen los maestros en vacaciones? No tenemos una clara idea, pero lo más seguro es que hagan lo mismo que cuando “laboran”, o sea: nada. Nada de nada. Lo mejor de todo es que siguen cobrando.
Las instituciones que representa a los maestros mediante sindicatos son tan fuertes que estamos lejos de ver sanciones para los profesores. Autoridades del ramo, discúlpenme, pero hacer eso es como escupirles en la cara. Escupirles en la cara. ¡Escupirles en la cara! Es decir, imaginen su rostro, recién bañado y secado, y que llegue un maestro, que además quién sabe de qué se componga su dieta (ve si acaba de comer frijol con cebolla o algo así), y de repente ¡Zap! En el rostro la saliva espesa y chorreándose de por encima del ojo, pasando por la mejilla, boca y cayendo desde la barbilla. Eso después de haber dejado un rastro pegajoso por donde la baba avanzó. Pues esto, es lo que cada uno de los profesores faltista, hacen con ustedes autoridades. Pero lo peor, es que imagínense cómo se siente la ciudadanía que confía en que los centros de enseñanza sean lugares donde los alumnos crezcan académicamente y aprendan valores cívicos, éticos y por su puesto, conocimiento puntual de lo que ha pasado y pasa en la vida diaria. Pero si los estudiantes ven que los maestros faltan mínimo una vez a la semana, y hacen plantón hasta porque creen que tienen que ir al salón de belleza para salir bien en la foto-síntesis, pues cómo.
De testigos.- Hay que hacer nuestra parte. Si bien la capacidad de los cárcamos tienen que ser funcionales para la ciudad, lo cierto es que evitar tirar basura en la calle puede salvarnos de encharcamientos. Se preguntará: antes los desagües daban aunque la gente tiraba basura ¿Por qué no hoy? Pues ahora somos muchísimos mas habitantes de esta ciudad, y si nadie tiene aún el cuidado de evitar tirar desperdicios por ahí, poco ayudamos al servicio de Agua que ahora trata de estabilizarse con inversiones.