LA HERENCIA DE LA MADRE PATRIA

FELIPA NERY

“El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad.” (Madre Teresa de Calcuta)

La Nueva España, se levantó en contra de las autoridades que pretendían seguir explotando a los indígenas, cuando Napoleón invadió Francia, destronó al déspota rey Carlos IV, e impuso a su hermano José Bonaparte, al frente de la monarquía española, situación de confusión y desconcierto  que aprovecharon los criollos para levantarse en armas y declarar la independencia de la corona española, que no permitía que los criollos participaran en la administración del gobierno, sino sólo los españoles. A partir de entonces, en lo que después llegaría a ser la República Mexicana, se desató la lucha por el poder, como siempre, de los pobres, contra los ricos, en aquella lucha independentista corrieron ríos de sangre tanto de la nobleza que era beneficiada por la corona española, como de los indios que fueron utilizados para encabezar la lucha independentista. Desde entonces, la lucha por el poder entre los pobres y los ricos, los que después se convertirían en los conservadores y los liberales, ha sido permanente en este país. La lucha por el poder y la corrupción por parte de quienes llegan a ostentarlo, han acompañado por siempre a este país, desde su nacimiento. Hoy, mientras en Tabasco se enjuicia a quienes estuvieron en el gobierno anterior, acusados de enriquecimiento ilícitos, vemos que muchas de las  autoridades que están en el poder, actúan de la misma manera, al menos, esa es la lluvia de acusaciones de quienes se manifiestan en distintos sectores del gobierno, pero sobre todo, se observa que el gobierno que hoy ejerce el poder, no sólo es acusado de tener a los parientes en el gobierno, de hacer negocios al amparo del poder, sino que sus actuaciones no se apegan a la legalidad y la constitucionalidad, se muestran como eruditos y resultan ser un fiasco, se dicen demócratas y pisotean las instituciones para tratar de imponer no su autoridad, sino a compinches que no se atrevan a cuestionar, ni a contrariar a su subalterno. Hace unos 30 años decía Norberto Bobbio al analizar la situación de descomposición social que vivía su país amado, Italia –donde no hay mucha diferencia entre los actos de corrupción de los gobernantes y los partidos políticos que se dan en México–,  que ninguno es capaz de prever si es sólo una pesadilla la que se vive, o es el destino”.  Definitivamente en el caso de nuestro país y de nuestra entidad, nos negamos a pensar que el destino de este pueblo, sea el de la ambición desmedida del poder, del dinero, la corrupción, la deslealtad, la traición, creemos, que eso que creen destino, se puede redireccionar, se puede cambiar, pero esto sólo lo alcanzaremos, con una mejor educación de las nuevas generaciones, pero también hay que trabajar con la sociedad actual, para que no se continúen manifestando las acciones que llevan a muchos a pensar que no tenemos futuro, que no nos queda de otra, que no se puede cambiar. Claro que se puede, pero es cuestión de que cada uno de los que han ido alcanzando una alfabetización mayor, piensen en ser mejores, que no piensen sólo en el poder y llenarse las bolsas de dinero a como dé lugar, sin pensar en los demás, o incluso pasando por encima de ellos. Esto no puede seguir siendo así, porque entonces, estaríamos regresando al estado salvaje.

De todo un poco

Ah que periodistas, que andan confundiendo al gobernador. Por eso, no deberían ocurrir estas entrevistas de banqueta.