LA JUSTICIA MEXICANA

FELIPA NERY

“El mundo no está en peligro por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad.” (Albert Einstein)

Nuevamente, la justicia mexicana está en entredicho, ante la liberación de quien en los años ochentas, era considerado el capo de la droga más peligroso en este país, Rafael Caro Quintero, quien fue perseguido, detenido y sentenciado a 40 años de cárcel por el homicidio del agente de la DEA Enrique Camarena y su piloto, así como por el cultivo y distribución de mariguana en Chihuahua.  La noticia sorprendió la mañana del viernes pasado, no sólo a los mexicanos, sino al exterior y a los propios norteamericanos, que Caro Quintero había abandonado el penal de máxima seguridad de Puente Grande Jalisco, con el argumento de que había cumplido su sentencia, así lo dijo la PGR, en un primer comunicado del viernes, y por la tarde emitió uno nuevo, en el que señalaba que el juez que amparó a Caro Quintero ignoró criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación;  efectivamente, el narcotraficante habría cumplido una sentencia de 15 años de prisión por delitos contra la salud, sin embargo, por el caso del homicidio de Enrique Camarena fue dejado en libertad porque el proceso fue llevado por una autoridad federal, cuando se trataba de un delito del fuero común, toda vez que el estadounidense no estaba considerado como embajador, ni tenía otro cargo diplomático en México, argumentó el juez federal que lo liberó. La cuestión es que la libertad de Rafael Caro Quintero ha provocado la indignación del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, porque consideran que este narcotraficante no ha pagado por la muerte de su connacional, mismo que se encontraba sentenciado a 40 años de cárcel, pero un juez ordenó su inmediata libertad por haber sido juzgado por una instancia que no le correspondía, por lo que fue notificado sobre su libertad en la madrugada del viernes y de inmediato le abrieron la puerta para que saliera. Ha sorprendido la decisión del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito, sobre todo, porque en marzo del 2012 Caro Quintero había promovido un amparo directo, pero la Primera Sala de la Suprema Corte lo desechó, en el que se impugnaban los mismos argumentos por los que ahora obtuvo su libertad y se dejó sin efecto la sentencia de 40 años que le había impuesto una autoridad federal por el asesinato de Enrique Camarena, porque según éste juez, debió ser juzgado por un juez del fuero común. Mientras que el gobierno mexicano lucha hoy por llevar a la cárcel a quienes tienen al país en guerra por el narcotráfico y otros delitos de la delincuencia organizada, este juez decide liberar a Rafael Caro Quintero, sin ponderar que el Cartel de Guadalajara continúa siendo una empresa próspera del narcotráfico… De todo un poco. Pues oiga usted, que nuestros flamantes diputados locales ampliaron el catálogo de derechos humanos de los tabasqueños, y ahora tenemos como derecho humano, el respeto al migrante, el acceso libre y gratuito a internet, y el derecho a una vida libre de corrupción. ¿Usted cree que esto puede servirle de algo a un pueblo que tiene hambre?.