MAESTROS UNIDOS

FELIPA NERY

“La necesidad es un mal, no hay necesidad de vivir bajo el imperio de la necesidad.” (Epicuro de Samos)

Los líderes de los tres sindicatos del magisterio, SNTE, SITEM y SITET, han amenazado con paralizar actividades cuando inicien las clases, en demanda de la renuncia del secretario de Educación Rodolfo Lara Lagunas, a quien acusan de no cumplir con sus conquistas sindicales, de no dar respuesta a un pliego de demandas del 2013, como  la creación de plazas administrativas-docentes,  de programas emergentes de recategorización para el personal de apoyo de asistencia a la educación, de partidas especiales para proyectos de vivienda, préstamos personales, mejoras y servicio médico, así como infraestructura en beneficio de los trabajadores, la calendarización de pagos oportunos de quincenas y prestaciones, de apoyo a los enfermos críticos, de la simplificación administrativa de las contrataciones de los maestros en servicio y la regularización de plazas directivas. Más que luchar por el bienestar y beneficio de los maestros, los líderes sindicales lo que reclaman es que han dejado de tener muchas canonjías que recibían con el anterior gobierno y que ahora no les conceden en este, como es el hecho de que muchos maestros cobraban sus sueldos como profesores, tenían cargos administrativos en la Secretaría de Educación y no trabajaban. El gobernador Arturo Núñez Jiménez ha dicho que él no escatimará esfuerzos, ni recursos para hacer que el sector educativo cuente con lo necesario para que funcione bien. Sí, pero los líderes sindicales tienen que entender que ya no pueden seguir chantajeando a las autoridades con paralizar las clases, porque estas medidas no tienen el apoyo de nadie, ni de la totalidad de sus compañeros maestros que ya han hecho conciencia sobre la necesidad de brindar a los alumnos una mejor educación, y por supuesto que la sociedad en general tampoco quiere que los maestros dejen a los niños sin recibir educación. Está bien que los maestros reclamen el cumplimiento de sus derechos y conquistas sindicales, pero que no usen de rehén a los niños. Que protesten, pero sin faltar a clases, que no amenacen con paralizar las clases, cuando todavía ni empiezan. Con sindicatos de maestros como estos, adónde vamos a parar?. Cómo vamos a salir de la crítica situación en la que nos encontramos, si los hombres y mujeres que deberían ser ejemplo de responsabilidad ante sus alumnos se van a las calles a protestar y los dejan abandonados?.