CAMBIAR EL CHIPS

FELIPA NERY

“Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.” (Pitágoras de Samos)

Ante el cúmulo de quejas –400–, que de manera general ha recibido la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en contra de los servidores públicos de las distintas dependencias estatales, en lo que va de este año, el titular de este  organismo defensor de los derechos humanos, Manuel Argáez de los Santos, recomendó como prioridad básica que sean capacitados los servidores públicos en materia de derechos humanos. Sin duda que en relación a este déspota, majadero, soberbio y arrogante comportamiento que tienen muchos servidores públicos con la población a la que se deben, es que el gobierno del Estado ha iniciado con una serie de capación para tratar de cambiarles el chips, en torno al comportamiento que deben observar ante el público que acude ante las distintas dependencias a realizar algún trámite o gestión, pero sin duda que esta capacitación no sólo la deben recibir los empleados de la burocracia, sino todos los funcionarios, iniciando desde los secretarios, y de ahí para abajo, todos los servidores públicos que tienen esta característica soberbia, arrogante, prepotente, que los hace creerse casi semidioses, que piensan que se quedarán por la eternidad en el cargo que hoy ocupan y no entienden que se deben al pueblo, no viceversa. Entre los objetivos que dice tener  el Plan Estatal de Desarrollo que presentó el gobernador Arturo Núñez Jiménez, de hacer humana y eficiente la atención que se presta a los ciudadanos y que por supuesto coincide con la observación de Argáez de los Santos, el profesor investigador de la UNAM Ignacio Ovalle Fernández presentó una conferencia a los burócratas, en la que les señaló, que “la actitud positiva, la paciencia, la empatía y los buenos modales en el servicio público, son elementos fundamentales en la forma de actuar de los trabajadores burócratas, quienes son los principales actores del cambio verdadero”. En su ponencia “Anatomía de las Virtudes Humanas”, destacó que las virtudes son cualidades que permiten al ser humano tomar y llevar a buen término las opiniones correctas en las situaciones más difíciles para cambiarlas en su favor o de la colectividad, les dijo que en la gestión pública, es importante que quienes forman parte de una administración echen mano de sus cualidades inherentes para contribuir al cambio y sacar adelante los problemas a los que se enfrentan durante el desempeño de sus labores, les dijo, que  el desarrollo ético del ser humano es requisito indispensable para el progreso económico y social de todos los pueblos, así como para su convivencia pacífica; le advirtió de la pérdida de valores en las sociedades y los llamó a contribuir con el proceso del “cambio verdadero”, con “acciones positivas en sus hogares y centros de trabajo, para rescatar a la entidad del atraso en el que quedó sumergida por las malas administraciones”. Sin duda, los conceptos y recomendaciones de Ovalle Fernández a la burocracia, tienen que ser atendidos por los tomadores de decisiones, por los jefes, quienes  citábamos antes, porque en ellos recaen las decisiones principales para cambiar muchas cosas, empezando por la corrupción.