NI UN MUERTO MÁS POR DENGUE

FELIPA NERY

“Cuando no hay humildad, las personas se degradan.” (Agatha Christie)

Como dicen una cosa, dicen otra. Después de que se había anunciado que la Federación había puesto a Tabasco en alerta epidemiológica por dengue, porque se había concluido que el brote de este padecimiento pone en riesgo la salud de la población, con posterioridad el gobierno del estado emitió un comunicado en el que el director general del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (Cenavece), Jesús Felipe González Roldán, afirmaba que a pesar de que el número de casos se ha incrementado a más de tres mil en las últimas semanas, la mortalidad por el padecimiento se mantiene por debajo del 1 por ciento. Lo cierto es que las autoridades no pusieron el interés debido al problema del dengue y este se les ha ya llegado a complicar, y ahora nos dicen que la mortandad se mantiene por debajo del 1 por ciento. Su obligación debería ser tener un control total de este problema, que ninguna persona se estuviera muriendo por la complicación del dengue. Se reconoce que hay 4 defunciones a causa del dengue, pero hay 17 casos que están en estudio y no se determina si por esta causa murieron, pero hay muchas más personas que se sabe que han muerto en comunidades de Cárdenas y Cunduacán y no se reconoce que han muerto por dengue. No es ocultando el problema como este se va a solucionar. El mosquito ha mutado, es decir, se ha vuelto resistente al los químicos con los que se le venía combatiendo, pero no es sólo eso, sino que ha faltado, como en todo, que el gobierno haga una intensa campaña ante los medios de comunicación, para alertar a la población sobre el problema y las medidas preventivas que tienen que tomar, para evitar que este siga creciendo y la gente se muera por algo que a estas alturas no debería ser causa de defunción, porque hoy en pleno siglo XXI, nos encontramos en las situaciones similares a la que vivían en la época de la conquista, cuando los españoles huían de estas tierras a causa de las plagas de mosquitos y las distintas epidemias de esa época. Así es que a los graves problemas que vivimos en Tabasco de inseguridad, de falta de empleo, del conflicto entre los maestros y el gobierno, ahora tenemos que sumar este grave problema del dengue, que por una parte nos dicen que el gobierno federal lo considera una epidemia, por otra tratan de minimizarlo, en vez de ser realistas y hacer que los responsables de las áreas de salud mantengan la coordinación debida para operar en contra del mosquito propalador del dengue… De todo un poco. El Presidente Enrique Peña Nieto envío ayer al Congreso su Primer Informe de Gobierno.     Volvieron a surgir los jóvenes que ahora se dicen anarquistas, que se han enfrentado en varias ocasiones a los antimotines del Distrito Federal. Lo cierto es que este país está patas para arriba, más delincuencia, mayor pobreza, menos crecimiento, más desempleo… Y aquí en Tabasco, los maestros continúan en sus protestas que el pasado viernes radicalizaron, al bloquear calles de la ciudad.