SUFRIMIENTO CONOCIDO

LUIS GARCÍA

Lo que está sucediendo en Acapulco y en el estado de Guerrero, nos regresa a los años  difíciles que vivimos los tabasqueños, sobre todo el 2007, cuando nos vivimos inundados con zonas donde el agua llegaba hasta los cuatro metros de altura, o sea muchas colonias desaparecieron de la vista de todos. Los actos de desesperación del pueblo guerrerense es algo que hemos vivido y por lo tanto no estamos distantes de ellos, nos solidarizamos de manera inmediata, cuando vimos como las casas, los vehículos, la infraestructura carretera se veía destruida. La tristeza nos invade cuando vemos como personas sin escrúpulos comienzan la famosa rapiña, de tiendas que quedaron desiertas debido a que todos tuvieron que ir a auxiliar a sus familias. Ante ello la miseria humana se hizo presente como en todos los casos donde existe este tipo de situaciones, recordemos Quintana Roo, Tabasco y ahora Guerrero. Las autoridades poco han podido hacer ante esa situación. Pues la urgencia es rescatar a las personas que se encuentran incomunicadas y que no tienen suficientes víveres para subsistir. La tragedia de Acapulco nos recuerda lo tan cerca que estamos de volver a padecer el martirio de las anegaciones. Claro, ahora la diferencia es que estamos sino preparados, si prevenidos para enfrentar y saber que cuando el río suena es porque agua trae. Por ello las autoridades de Protección Civil dicen que están listos por cualquier situación de emergencia climatológica. La pregunta sería ¿en verdad están listos o les pasará lo mismo que con el dengue?. El tal químico Burelo deberá  mostrar con que está hecho, pues de llegar a fallar, ya tiene la vigilancia del gobierno federal en la persona del titular de Educación, Emilio Chuayffet Chemor, quien fue designado por el presidente Enrique Peña Nieto para estar pendiente de cualquier situación que llegase a ocurrir en la entidad. El informe proporcionado fue de tranquilidad, pero recordemos que en cualquier momento la situación puede cambiar. Para nosotros la peor etapa es octubre y noviembre y por lo tanto no estamos libres de cien azotes. Lo que sucede en Guerrero y Veracruz, también es motivo para no bajar la guardia, no echarnos a dormir, pues camarón que se duerme, se lo lleva la inundación, ¿no creen?…
DE REMATE.- Quien se voló la barda fue el secretario de Seguridad Pública, Audomaro Martínez Zapata, con las declaraciones que la delincuencia es de percepciones. Pero además asegura que “vamos a ver que dicen los delincuentes para fin de año, aumentan o disminuyen”. Imagínese entonces que estamos a expensas  de la decisión de los maleantes, de los que ellos decidan. Los que vivimos en México y Tabasco, sabemos que en diciembre siempre se incrementa el número de robos, de asaltos y hasta de secuestros. Y más en este próximo fin de año, que se espera que el número de asaltos se incremente mucho más, ante el número tan alto de desempleo que existe en el país y la entidad. Claro, es cuestión sólo de percepción…Por hoy es todo, nos leemos el próximo viernes…Mi correo garcíadelac63@gmail.com. El anterior está fuera de servicio…el twitter @luisgarcía63…