LA CORRUPCIÓN, MAL DE LA HUMANIDAD

LUIS GARCÍA

El pasado lunes el gobernador Arturo Núñez Jiménez, al inaugurar el Foro Internacional sobre la Corrupción, organizado por el INAP, hizo un recuento histórico del proceso de deformación de las estructuras democráticas y de la forma en que se ha ido perdiendo la credibilidad en los gobiernos instaurados por la democracia. Recuerda que Norberto Bobbio llamó “la dura realidad”, la que ha tenido como saldo promesas incumplidas y obstáculos inesperados y que por lo tanto ha generado en ocasiones escepticismo e incluso animadversión contra el propio modelo democrático. Esta fragilidad de la democracia en tanto modelo universalmente reconocido y legitimado, deriva no sólo de sus problemas para cerrarlas en ocasiones enormes brechas de desigualdad social, sino también de su incapacidad para demostrar a plenitud que es una forma de gobierno cualitativamente diferente a otras basadas abiertamente en la discrecionalidad, la opacidad y el abuso de los gobernantes. Lo expresado por el mandatario tabasqueño, es un claro reflejo de lo que ha sucedido al menos en este espacio de México, llamado Tabasco y que ha sido llevado a los espacios nacionales e internacionales, donde se ha comentado el lugar que ocupamos en materia de corrupción, sobre todo cuando vamos saliendo poco a poco de esa suciedad en la que se encontraba la administración pública, provocado todo ello por quienes decidieron amasar espectaculares fortunas que trascendieron el espacio local y compraron a manos llenas en lugares privilegiados. La realidad es que los tabasqueños, apenas conocemos el principio de la madeja y desconocemos como fue el real saqueo. Por lógica el temor del actual gobernante de que suceda lo mismo en su gobierno, es real, pues nadie se encuentra libre de 100 azotes, cuando se trata de participar con personas de carne y hueso que al ver los millones de pesos, reflejados en sus arcas, léase arcas, como la computadora que muestra la forma en que están distribuidos cada uno de los pesos que guardan herméticamente, sólo algunos allegados al poder. Por ello precisa en una parte de su mensaje:   “Una repetición que va generando, además, en el plano de la cultura política, una de las perversiones éticas más dañinas: el cinismo social, basado en la presunción de que toda la gente es real o potencialmente corrupta y que, por lo tanto, más vale ser uno mismo el que se aproveche de las oportunidades de lucro ilícito, pues de otra manera alguien más va a hacerlo”.  El gobernador Núñez Jiménez es un sujeto político que ha estado durante mucho tiempo en la estructura del poder, desde la secretaría de Gobernación, hasta el IFE, pasando por la diputación federal y por el Senado. Ello le ha permitido darse cuenta de que los hombres, son seres que pueden ser corrompidos por el simple hecho de tener conciencia de pensar, en su futuro, como una mejor forma de vida. Que tan difícil es pasar por el pantano y no mancharse, que tan difícil es poder tener a un lado una maleta llena de dinero y entregarla a quienes les corresponda. Eso lo ha hecho en muchas ocasiones el mandatario y ha sabido cumplir su misión de servir, por ello su preocupación por evitar que el fantasma de la corrupción siga permeando entre las dependencias públicas de la entidad. Cómo poder introducir la cura entre los funcionarios públicos, esa cura que se llama ética y responsabilidad. No es fácil, y sólo actuando como verdaderos creyentes de la real democracia se podrá cruzar el pantano sin ser absorbido…
DE REMATE.-   Rafael Abner Balboa, el líder cameral más débil en la historia de las legislaturas tabasqueñas, tiene una sola posibilidad de poder unir a su fracción, pero tiene que cumplir con tres pasos, el primero, el diálogo, segundo, otorgar espacios y el tercero, repartir el dinero…Por hoy es todo, nos leemos el viernes…Mi correo electrónico, garciadelac63@gmail.com