Con dinamita podrían apagar el pozo terra

Autoridades afirman que a 10 días de la explosión PEMEX no encuentra la forma de controlarlo, ni la fuerte lluvia ayudo; los habitantes comienzan a padecer de hambre y la grave contaminación  causa estragos en la zona pesquera

MISAEL XICOTÉNCATL
CORRESPONSAL.

RANCHERÍA BELEN, NACAJUCA, TAB.- A 10 días de la explosión en el pozo Terra 123, especialistas luchan buscando como apagar las llamas, y ya se habla que podrían dinamitar el pozo para asi poder controlar la situación realizando en la zona trabajos para una nueva macro pera por lo que dia y noche laboran y tiran grandes cantidades de arena.
En la zona la pesca esta parada ante las restricciones del ejercito mexicano en la zona, en tanto que dueños de los ranchos que hay en la zona poco a poco han sacado su ganado debido a los daños que han sufrido los mantos acuíferos y que podría ser dañino para sus animales y sin embargo hasta ahora no se a cuantificado los daños.
Creo que, en todo esta situación existen responsables y en este caso se tiene que resarcir los daños no solo a la gente si no se debe de analizar las dimensiones que se tendrá en el daño al medio ambiente y los riesgos de la salud de los habitantes manifestó el diputado Uriel Rivera Ramón.
Aquí la gente no tiene para comer y hasta ahora PEMEX no ha buscado una solución a esta situación ya es para que se les hubiera dado despensas a la gente o en su caso una cocina móvil a travéz del ejército mexicano.
EJERCITO Y MARINA VIGILAN

En una fortaleza esta convertida por elementos de la Marina y por el Ejército Mexicano, los cuales están listos para disuadir cualquier intento de bloqueo departe de los indígenas de la zona, los cuales están coartadas de llegar a la zona de la explosión del pozo Terra 123 ya sea caminando o por agua, los trabajos titánicos podrían dar resultados en los próximos días.
Al cumplirse 10 días de que el pozo Terra 123 sacudiera  las entrañas de la tierra y convirtiera en una zona de riesgo las comunidades aledañas y obligara a evacuar a decenas de familias, mientras se lucha por controlar el pozo.