NACAJUCA, TODOS LOS MALES

FELIPA NERY

“En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos    por lo que esperamos ser.”  (William Shakespeare)

Desde hace más de 15 días el pueblo de Nacajuca, en Oxiacaque y sus alrededores, están padeciendo y viviendo en la incertidumbre debido a la explosión del pozo petrolero Terra-123, a lo que se ha venido a sumar ahora el problema de las inundaciones, a causa del desfogue de las presas del Alto Grijalva, que debido a las intensas lluvias de los últimos días ha obligado a la Comisión Nacional del Agua y a la Comisión Federal de Electricidad, a duplicar la extracción de agua de las presas.  Desde que se inició la explosión del pozo petrolera Terra 123, los pobladores de los alrededores empezaron a reclamar a la paraestatal, así como a las autoridades la atención de la problemática que les estaba suscitando este accidente, sin embargo, la paraestatal afirmó que los gases que emanaba el petróleo no le causaban daño a la población, versión que se concretaron a repetir las autoridades estatales, a través del secretario de gobierno, Raúl Ojeda Zubieta, y el coordinador de Protección Civil, Cesar Burelo, Burelo; además, se dijo que la empresa Petróleos Mexicanos ya había iniciado con la atención médica de los pobladores y la entrega de despensas; ocho días después el subsecretario de Salud Esmelin Trinidad, empezó a decir que la población ya estaba padeciendo en la salud, en sus ojos y en la piel por las emanaciones a la atmósfera del gas;  y el secretario de Gobierno, Raúl Ojeda, criticó las despensas que entregaba Petróleos Mexicanos a la población de los alrededores del pozo; o sea, que el maridaje entre PEMEX y el gobierno estatal terminó, y de forma repentina estos funcionarios empezaron a hablar de los daños que se están causando a la población, cuestión que no veían desde un principio. Y como si fuera poco, con las afectaciones que le ha causado el incendio de PEMEX, ahora vienen a padecer con el desfogue de las presas del Alto Grijalva, mismo que tiene inundadas a las comunidades de Nacajuca, principalmente. Por supuesto, que ni la CONAGUA, ni la CFE, pagarán a los afectados de Nacajuca, por los daños que les están causando con este desfogue, porque si hubiesen desalojado con tiempo más  agua, no habrían tenido necesidad ahora de duplicar la extracción, pero como prefieren no quedarse sin el vital líquido para generar electricidad, al no saber con exactitud qué tanto lloverá, pues ya saben que si les cae mucha lluvia, lo único que tienen que hacer es abrirle a las compuertas, y lo que menos les interesa es que vayan a inundar a los indígenas de Nacajuca, esos no cuentan, no tienen voz, no tienen importancia. El gobernador Arturo Núñez Jiménez, ha dicho que no quiere tabasqueños de primera y tabasqueños de segunda, sino que quiere que todos sean tratados en igualdad. Pues aquí tiene una buena oportunidad, para ser la voz, el verdadero representante de estos habitantes de Nacajuca, para que se les trate como seres humanos, no como cosas a las que se les puede tirar el agua, y se les puede contaminar con gases, porque para PEMEX, CONAGO y  CFE, son personas sin valía.