LA CRISIS QUE VIVIMOS

FELIPA NERY

“Ante todo, respetáos a vosotros mismos.” (Pitágoras de Samos)

Tabasco pasa por una situación muy difícil, principalmente de inseguridad, lo que desmotiva a muchos inversionistas a seguir luchando y mejor deciden emprender el vuelo de estas tierras. El fin de semana pasado platicaba con dos personas, por separado, en distintos lugares. El primero, se fue de estas tierras hace cinco años, después del secuestro de un familiar;  estaba feliz de que el sábado pasado logró reunir nuevamente aquí en Villahermosa a todos sus hijos y nietos, pero a la vez se ponía triste, porque está consciente de que sus hijas e hijos y nietos se volverían a ir, porque ni aquí en Tabasco, ni en el país, existen las condiciones de seguridad; sin embargo, reflexiona y nos dice, que no se puede perder la esperanza y dejar de luchar, porque se requiere de invertir y generar los empleos, porque si la gente no tiempo empleo y tampoco tienen qué comer, no pueden esperar. Es decir, hay conciencia de que la marginación y la pobreza es lo que obliga a muchas personas a delinquir. La otra persona con la que platicaba, precisamente un día después, estaba muy decepcionada, nos comentaba que después de más de 30 años de trabajo arduo en su negocio, estaba decidido a dejarlo, venderlo, traspasarlo, lo que fuera, para irse de aquí, él está cansado no sólo de la inseguridad de la que ha sido presa, con los asaltos, sino de la apatía de mucha gente, dice que es difícil encontrar empleados, que la gente joven no quiere trabajar porque los programas sociales del gobierno les fomenta la holgazanería, además del alto costo de la energía eléctrica que tiene que pagar en su negocio, que sólo trabaja para la Comisión Federal de Electricidad. En Tabasco y en el país estamos mal y no de ahora, sino desde hace ya varios años;  la primera persona con la que que platicaba, tiene cinco años de haber salido de Tabasco por la inseguridad, pero no es una característica solo de la entidad, sino que la mayor parte del país está en estas condiciones de inseguridad. Pero lo más difícil es que no hay visos de que esta situación se supere, por el contrario, cada día los secuestros van en aumento, los municipios de Cárdenas, Cunduacán y los Ríos, son un grave peligro, los índices de inseguridad son demasiado altos, secuestran a personas asalariadas, no sólo a ganaderos o empresarios, sino hasta a empleados de PEMEX, maestros, del Poder Judicial. Precisamente hace más de 20 años cuando en Tabasco empezaba a decaer la producción cacaotera, coprera, pimentera, platanera y ganadera, uno de estos  hombres con los que platicaba ahora, hacia incapié cada vez que podía y en los foros que tenía, de la necesidad de no dejarle de apostar al campo para que hubiera alimentación, sin embargo, todos estos sectores fueron en picada, las familias del campo emigraron a las ciudades, y estas han generado  cinturones de miseria en las colonias populares por la falta de educación y empleo, principalmente. Lo delicado es que cada día los recursos son más escasos y las demandas sociales mayores.