LA TRIPLE HÉLICE DEL CONOCIMIENTO

LUIS GARCÍA

Hace algunos años, podrían calificar de imposible una conjunción de fuerzas de la iniciativa privada con la universidad y el gobierno de manera que convivieran en el mismo espacio. Cada uno de estos rubros se veía como entes totalmente distintos, actuando desde su propio espacio, celosos naturales de que las cosas que sucedieran en su interior se fuera a difundir. Sin embargo, con la nueva concepción globalizante de las sociedad todo ello cambio, las grandes naciones desarrolladas, presentan esa trilogía como una parte toral para demostrar que sólo de esa manera las cosas pueden resultar. Por ello cuando el mandatario tabasqueño habla de la sociedad del conocimiento, de la innovación no es extraño para el discurso que manejan muchos de los personajes que estuvieron en la Semana de la Innovación y del Emprendedor, donde el discurso que se maneja es precisamente el significado mismo de la innovación es la concentración de la creatividad cultural y la productividad económica, desde una perspectiva histórica, como marca el doctor Axel Didriksson al retomar el concepto acuñado por el sociólogo Manuel Castells y es que de acuerdo a estos estudiosos de la globalización la universidad representa la institución clave para esta innovación, porque mantiene una capacidad autónoma para la producción de nuevos conocimientos, sin los cuales el factor productivo no tendría posibilidades de articulación con fines de productividad y desarrollo. Y es que para el doctor en Economía, con maestría en Sociología, Didriksson, los términos del debate sobre las relaciones entre las universidades (esto es, las instituciones que son la base de la producción de aprendizajes de alto nivel, de la investigación científica y de la formación especializada de los expertos que producen estos conocimiento y aprendizajes) con el desarrollo de una nueva economía, con la innovación tecnológica y con la producción de nuevos conocimiento de alto valor económico y social, aparecían hasta hace dos décadas como sujetos a un ambiente cargado de contradicciones de incomprensiones y de conceptos y valores que para muchos resultaban opuestos o indeseables, en donde ocurría más un divorcio de intereses y de aspiraciones que una complementariedad. Es por ello que cuando escuchamos el discurso del mandatario tabasqueño en relación a la triple hélice que no es más que una conjunción de esfuerzos entre sector privado, gobierno y universidad, nos hace pensar que el concepto que trae se encuentra montado en el discurso del lenguaje del conocimiento, como la nueva arma que permitirá a los estados-nación poder salir adelante. En ese respecto el maestro Axel Didriksson, refiere que en la perspectiva de esta transición, de ya más de dos décadas, en la que nos encontramos, están apareciendo, entonces, nuevas conformaciones de empresas del conocimiento, en las que se ponen en marcha sistemas directos de organización entre la universidad, el desarrollo económico y las empresas, mezcladas con otras instituciones tradicionales y otras en procesos complejos de transformación, dado el carácter de la misma transición en donde lo viejo y lo nuevo se entremezclan y sus itinerarios son indistinguibles.  Núñez Jiménez tiene claro el concepto, lo entiende, lo maneja, ahora solo falta que sus funcionarios lo asemejen y lo comprendan. Pedir que lo apliquen es todavía más complejo, pero a larga, lo tendrán que hacer…
DE REMATE.- Con el regreso de la cuenta pública de Comalcalco a comisiones, se rompe el pacto de civilidad que existía al interior del Congreso local. El gran cuestionamiento es ¿volvió a incidir el mensaje de Morena en la conciencia de los diputados del PRD?. De ser así, que mal están esos legisladores nuestros, no tienen palabra y a cualquier grito se inquietan…Por hoy es todo, nos leemos el viernes…