UN AÑO MÁS

FELIPA NERY

“Hay que comer para vivir, no vivir para comer.” (Cicerón)

Prácticamente hoy se inician las actividades de este nuevo año 2014, aunque desde el pasado dos de enero, muchos regresaron de  vacaciones, otros lo hacen este día. Diciembre dejó sorpresas en Tabasco, sorpresas que no se esperaban, empezando por las inundaciones que provocaron las lluvias atípicas que inundaron a gran parte de la capital tabasqueña y a varios municipios, por lo que hasta la fecha miles de familias siguen padeciendo por las inundaciones en sus casas, por lo que no tuvieron ni una feliz Navidad, ni un Feliz Año Nuevo;  otra noticia importante fue la remoción que hizo el gobernador Arturo Núñez Jiménez en su gabinete en las secretarías de Salud, Contraloría, Técnica y de Administración. Los movimientos realizados no deben sorprender a nadie, porque Arturo Núñez Jiménez ha dicho que no tiene compromiso con nadie, más que con el pueblo de Tabasco que le dio su confianza el uno de julio del 2012, además así lo demostró desde mediados del primer año de su administración cuando destituyó a funcionarios de distintas dependencias que desde los primeros meses que llegaron dieron muestras de corrupción, prepotencia y nepotismo, como ocurrió en la dirección del Trabajo, en la dirección general del DIF, entre otras. En Salud, el doctor Ezequiel Toledo fue removido de la titularidad del área, porque en esta institución se requiere de una persona con mayor dinamismo para controlar el funcionamiento de este monstruo de mil cabezas, y el doctor Ezequiel ya tiene una edad avanzada que no le permite tener ese dominio, por lo que en el manejo administrativo había ya quienes se estaban aprovechando del cargo para hacer sus negocios personales y tratar de llenarse las bolsas de dinero; en la Contraloría, quien tenía el cargo no tuvo la capacidad de dar los resultados que se esperaban, pecó de ingenua poniendo la iglesia en manos de Lutero;  en la Secretaría de Administración, una mujer de todas la confianza de Arturo Núñez, fue relevada, porque no dio los resultados esperados, se esperaba mayor responsabilidad y compromiso y al no haberlo, fue  cambiado a ésa área Amet Ramos, un hombre de toda la confianza de Arturo Núñez Jiménez, que le ha acompañado en las distintas encomiendas que ha tenido el gobernador a lo largo de su carrera política.  La designación   mayormente cuestionada, ha sido  de Juan Antonio Filigrana Castro, como secretario de Salud, por tratarse de un hombre que no tiene una profesión afín al área; pero si Arturo Núñez se atrevió a darle esta encomienda, es porque debe estar convencido que hoy la dependencia requiere de un hombre que tenga capacidad y carácter para dirigir esa dependencia, y que con un buen subsecretario de salud operativo, ese sí, de profesión médico,  seguramente la Secretaría de Salud podría recuperarse de lo mal que ha estado en los dos últimos años, hoy en esa dependencia se requiere de una persona que tenga conocimiento de cuestiones legales y administrativas, por las compras millonarias que se tienen que hacer de medicamentos, materiales de curación y equipos médicos, lo que ha llevado a  muchos actos de corrupción, al comprar hasta medicamentos caducados, porque en las compras se da no sólo el diezmo, sino hasta el 15 y el 20 de comisiones a los administrativos encargados de las compras.