Jorge Pons Carrillo (*)
Nos reunimos un grupo de amigos en torno a una conducta que por ser de todos, nos atañe hondamente. Hoy, el más escéptico entre los escépticos, se sentiría triunfador, porque aquí se reúne en nombre de muchos, un grupo de hombre y mujeres que creen en la dignidad y con sus actos rinden culto a los verdaderos valores de la vida.
Decía el cartaginés Terencio: Hombre soy, y nada de lo que al hombre se refiere me es indiferente.
De los hombres aprendemos a hablar; a callar, sólo de los dioses, señala posteriormente Plutarco.
Porque los seres humanos más que con sus palabras hablan con sus actos. El mejor discurso es la conducta, el hecho que concuerda con la idea, la enseñanza que se prodiga, la huella creadora que se deja en la arena movediza del destino.
Edmund Rostand tiene una pequeña fábula impregnada de amor e ilusión.
Describe una aduana por donde pasa un viejo conduciendo un bulto sobre un burro que pretende internarse en territorio de Francia, pero en el momento de cruzar la frontera los guardias sorprenden un contrabando que el anciano procuraba introducir.
Del bulto cayó, por descuido, una daga empolvada y mohosa que dio motivo para que los aduaneros se acercaran y escudriñaran cautelosamente para encontrar un yelmo roto, un estoque sin punta, así como también una armadura vieja y herrumbrosa. El administrador de la aduana impidió el paso del contrabando y el viejo melancólico, dejando caer gotas de su llanto sobre las armas desparramadas en el suelo, las recogió amorosamente y volvió a territorio hispánico con la desesperación de no poder llevar a Francia su cargamento de gloria. Aquel viejo era Don Quijote, y su contrabando: el ideal.
Nosotros, más afortunados que el manchego ilustre, pudimos llegar hasta el parque donde se ubica la estatua en honor a don Mario Trujillo García, para abrir el equipaje del ideal y rendir al amigo, al hombre, al Político, al visionario, el homenaje de nuestra palabra y el respeto a nuestra actitud.
Así como la historia es mezcla de verdades y leyendas, así también la realidad, por material que sea, no puede subsistir sin el ideal. Porque en estos momentos no nos reúne aquí nada material, sino el limpio sentimiento de una actitud compartida; de un balance moral, que por ser de todos, es nuestro mensaje de vida.
Aún el cínico que todo lo corrompe o el incrédulo que nada santifica, tienen que convenir conmigo en que, como los viejos caballeros de hidalgas épocas, nos reúne el conjuro de un ideal. Hoy como ayer, a don Mario Trujillo García lo recordamos con afecto, con gratitud, con respeto y admiración, porque dio lo mejor de sí para su pueblo.
Haciendo un balance de algunas de sus obras destacamos lo siguiente.
Finanzas: Al recibir el gobierno del estado su presupuesto fue de 95 millones de pesos, con un endeudamiento exigible a corto plazo de 37 millones de pesos; entregó al gobierno entrante un presupuesto de 600 millones de pesos. Dejó una deuda de 24 millones de pesos.
Educación: Construcción de las nuevas instalaciones de la escuela normal del estado. Durante su gobierno se edificaron un total de 1,769 aulas. Le dio un fuerte impulso a la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco; la creación del Instituto Tecnológico de Villahermosa y del Colegio de Bachilleres de Tabasco como organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propios.
Obras públicas: Construcción, reconstrucción y mantenimiento de más de 2, 212 kilómetros de caminos. En Villahermosa, se realizaron diversas vialidades necesarias en la ciudad, destacando entre otras la ampliación de carriles en la avenida Francisco Javier Mina y la construcción del anillo Periférico Carlos Pellicer Cámara, hoy inclusive una obra sobrepasada en su capacidad la cual ha sido proceso de varios años de trabajo para permitir sea funcional.
Promoción agropecuaria: Importantes fueron sus logros a través del impulso dado a la agricultura y a la ganadería, pilares principales de nuestra estructura productiva, llegando a ser el principal abastecedor de carne de bovinos en el Distrito Federal. Ocupó nuestro estado el primer lugar en producción de cacao y pimienta gorda, el tercero en la copra; se fortaleció el proceso de producción en el sector platanero; se ampliaron las áreas dedicadas a frutales, al cultivo de la caña de azúcar. Aumentó la cosecha de maíz, frijol y otros productos.
Don Mario fue una persona preocupada por el campo. En cierta ocasión, visitando las plantaciones de caña en la Chontalpa, observó cómo cortaban el producto unos trabajadores y como lo estaban haciendo mal generaban más horas de trabajo. Se acercó a uno de ellos, se dobló las mangas de la camisa y le dijo: “pasa acá eso” -refiriéndose al machete-, y empezó a cortar la caña. “Así se hace con…….”, interviniendo el de la voz le dije: “Oiga don Mario, ¡usted sí sabe!”, contestando enseguida: “¡Jorge para mandar hay que saber hacerlo!”
ESCUELA POLÍTICA
Fue un visionario. Formó un gabinete equilibrado con gente mayor con experiencia, y gente joven emprendedora con iniciativa. Don Mario valoró el trabajo de gente que había colaborado ya en gobierno y que le permitió trabajar con una imagen de respeto, confianza y seguridad. Por otro lado, le brindó la oportunidad a muchos jóvenes demostrando tener mucha fe y esperanza en las nuevas generaciones, pues consideró que era necesaria la preparación y superación de quienes el día de mañana estarían dirigiendo el estado. Para lograrlo, siempre estuvo abierto al diálogo, lo cual le permitió evaluar los resultados obtenidos día con día.
Recuerdo que al término de su mandato hubo una cena de despedida y en su intervención dijo:
“Me sentiría defraudado si alguno de los aquí presentes no llega a ser gobernador”
La oportunidad se la brindó a todos. Muchos de aquellos que hace 40 años trabajaron junto a él, con sus consejos y enseñanzas han llegado a ocupar diversos cargos, tanto federales, estatales o municipales, en todos los rubros principales.
Continuemos con su ejemplo como lo hemos hecho. Pensemos en grande siempre.
En torno a una esperanza, transitemos por caminos rectos y por causas nobles, encaremos nuestras responsabilidades con el firme deseo de ser mejores. ¡Tabasco es grande!
*Discurso pronunciado el 21 de enero de 2014, en Villahermosa, Tabasco.
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