EL DÍA QUE PAPILLÓN VOLVIÓ

Porque todos necesitamos de ti, también aquellos  que no lo saben, pues estos, necesitan más que los que lo saben.

La expectación más grande que había generado el Parque Museo La Venta en mucho tiempo, se desató luego de que Papillón, ese formidable y majestuoso cocodrilo, falleciera en las inmediaciones del espacio público a causa del proceso natural de la vida. Le gente se preguntó muchas veces cuál sería el nuevo atractivo del zoológico, necesitando un incentivo más para irse a dar la vuelta acompañado de la familia y para no perder la costumbre de convivir con especies nativas de la región, aunque no precisamente tan comunes como para vérseles en las calles o espacios naturales abiertos.
Rápidamente las autoridades resolvieron la situación, con la intensión de volver a Papillón en un monumento a lo increíble de las especies que pueden habitar en Tabasco, y el proceso de taxidermia se encargaría de dejarlo como legado a futuras generaciones; para que se le conozca y para que su historia trascienda los años, recordando como un animal (que incorrectamente la ciencia, y quizá mucho de nosotros calificamos de inferior), pudo escapar varias veces a las barreras artificiales que las instalaciones de la Venta le oponían.
El domingo se reinauguró este parque, teniendo todavía como símbolo al reptil primo de los dinosaurios. Congelado en el tiempo, sigue teniendo esa pose que seguramente muchas de sus presas tuvieron como última imagen antes de sucumbir ante las fauces de tan formidable animal. A él, se le suma la gran diversidad de especies que habitan en el Parque Museo La Venta, en las pieas arqueológicas que se pueden ver en un ambiente en el que seguramente fueron edificadas, y junto a un espectáculo de luces y sonidos que desde hace un tiempo forman parte también del menú de delicias que engalanan esta construcción de Villahermosa. La invitación es para que no desaproveche la oportunidad de ir, y que no pierda la costumbre de visitar el parque, que guarda tanto misticismo y esencia de la tabasqueñidad.
De testigos.- La llegada de Fernando Valenzuela a la Procuraduría General de Justicia, ha sido (aunque muchos se empeñen en negarlo) sinónimo de honorabilidad, el Doctor en Derecho, ha impulsado las capacitaciones al personal de esa dependencia, que se traduce en resultados a la ciudadanía. Ejemplo de ello, es sin duda la atención que allá en Huimanguillo, proporciona a las gentes que llega en busca de justicia, el Agente del Ministerio Público Investigador, Adscrito a la Primera Agencia del lugar, el abogado Andrés Domínguez  Aguilar, ojalá y continué en ese tenor de servicio a la población necesitada.