YA SON MUCHOS DIAS

FELIPA NERY

“Pueblos libres, recordad esta máxima: Podemos adquirir la libertad, pero nunca se recupera una vez que se pierde.” (Jean Jacques Rousseau)

De continuar hoy el paro de los policías en seguridad pública, ya serían cinco los días que el municipio de Centro se encuentra a merced del hampa, sin policías en las calles previniendo el delito. Esta situación no puede seguir así. El gobierno tiene que dar una solución a este problema antes de que la ingobernabilidad crezca. Este problema llegó a la situación en la que se encuentra, por falta de oficio político para atender los problemas. Recordemos que el año pasado la protesta era sólo de un grupo de policías que reclamaban sus derechos, sin embargo, le fueron dando largas al asunto y lo único que se logró  fue que la corporación casi en su totalidad se uniera y paralizara sus actividades en reclamo de los pagos de los subsidios que otorga el gobierno federal a los policías,  la entrega de uniformes que no les dieron el año pasado, el mejoramiento del seguro médico y otros. El gobernador Arturo Núñez es un hombre respetuoso de los derechos humanos, así se ha declarado, por lo tanto, de manera personal él tiene que revisar la situación que pasa en la corporación policíaca, independientemente de que hayan intervenido  políticos que le ayudaron a ganar en el 2012, como  Roger Arias. Al caso de los policías no se puede comparar con el de los maestros, la sociedad tiene derecho a tener seguridad en sus personas y en sus bienes, que si bien esta ha sido trastocada en los últimos tiempos, no se puede permitir que hoy los policías estén en este paro reclamando derechos que les corresponden y que deberían tener satisfechos, por ser personas de confianza del Estado, que se encargan de velar por el bienestar de la sociedad. No se puede permitir que siga creciendo la inconformidad, los odios,  rencores resentimientos, porque esto puede salir contraproducente, precisamente el mando  policíaco que golpearon y patearon en días pasados  y que su rostro ensangrentado corrió por las redes sociales, es una acción producto del odio, del rencor, del resentimiento y de la venganza, porque este policía fue uno de los que golpeó a sus compañeros el año pasado cuando se manifestaban. No puede el gobierno permitir que sigan creciendo los odios, los resentimientos, porque esto es como un monstruo que a todos se les puede revertir. Por el bienestar de la entidad, hay que dialogar, pero verdaderamente, sin simular, no hacer como que se dialoga, hay que hacerlo pensando en la paz y la tranquilidad del estado. El diálogo es sinónimo de civilidad, no de cobardía, el diálogo es el medio para llegar a acuerdos, y en una democracia, este debe prevalecer, el diálogo es el alma, el cuerpo de  la democracia; permite la comunicación, el conocimiento, la comprensión, la empatía y los acuerdos entre actores políticos; en tanto que el ejército en las calles es un peligro para los  derechos humanos; en 2011, un grupo de expertos de la ONU –de la que el gobernador Núñez ha sido parte–, recomendó al gobierno mexicano retirar el Ejército de las calles  en respuesta a versiones que implican a miembros de las fuerzas armadas en abusos contra los derechos humanos.