RECONCILIACIÓN

FELIPA NERY

“Por encima del talento están los valores comunes: disciplina, amor, buena suerte, pero sobre todo, la tenacidad.” (James Baldwin)

La conciliación, es uno de los medios alternos de solución de conflictos, que se puede utilizar no sólo cuando dos personas se han agraviado, sino también entre agrupaciones, corporaciones, incluso entre comunidades. Reconciliarse es volverse a conciliar los ánimos y rehacer las amistades que se habían roto. Se reconcilian personas que se enemistaron por injurias o agravios. Para que se dé la conciliación, se necesita que haya un tercero que se encargue de buscarla, que haga esta tarea, tratando de convencer a cada una de las partes de la importancia de conciliarse por el bien de ambas partes. Si bien mediante el diálogo entre los líderes que representaron a los policías, y el gobierno se llegó a acuerdos positivos que permitieron que la policía retornara a sus funciones, lo cierto es que después de este acuerdo, las heridas que se han causado permanecen. Por ese motivo, ahora que se han reencontrado los mandos medios con los policías que reclamaban su salida, se han dado desencuentros con agresiones verbales y físicas de menor relevancia, pero que no se deben dejar pasar, porque estos conflictos pueden seguir creciendo. Es positiva la propuesta que hizo Isabelino León Miranda, quien pidió una tregua de una semana para que los mandos medios acusados de corrupción no se presenten en las instalaciones, mientras se relajan los ánimos de los policías que señalan que a través de mensajes han sido amenazados por estos mandos medios. Por supuesto que esta tregua para que los mandos medios no se presenten a sus funciones, no significa que quedarán relevados. Mientras tanto, se tiene que hacer saber a  esos policías que han expresado sus rechazos a esos mandos, las responsabilidades penales en las que pueden incurrir de continuar estos conflictos, porque ya existen compromisos por parte del gobierno de revisar la situación que antes padecieron, cuando no se respetaba su dignidad como policías y seres humanos, además de cumplirles con sus prestaciones laborales. Tampoco pueden pensar los policías que después de este movimiento han alcanzado impunidad, y por lo tanto, pueden hacer y deshacer, no, para nada; luego de superado el paro, los policías tienen que saber que deben cumplir con sus obligaciones, la disciplina y orden que como corporación deben  mantener. Sin duda que para conciliar a esta corporación que ha vivido tantos agravios, se requiere que ambas partes, tanto mandos medios, como policías, a cada uno por su lado, se les advierta sobre la necesidad de cambiar sus actitudes y de tratar de impulsar una nueva institución renovada, donde no prevalezcan los odios, los rencores, o intentos de revanchismo,  por supuesto, que esto pasa por la necesidad primordialísima, de que los policías vean que de parte de sus subalternos hay verdadero cambios en sus actitudes soberbias y prepotentes, así como en el cumplimiento de los acuerdos que se hicieron con el gobierno, que no pretendan engañarlos con la firma de una minuta, que en los hechos no tendrá cumplimiento. Es sin duda, un arduo trabajo que tienen que hacer en esta corporación, porque el conflicto no terminó con la firma del acuerdo para levantar el paro.