CONTINÚA EL VIA CRUCIS

FELIPA NERY

“El éxito es simplemente la aplicación diaria de la disciplina”. (Jim Rohn)

Los familiares de las víctimas del camionazo que se registró la madrugada del domingo en la autopista de Cárdenas, hacia el estado de Veracruz, a la altura de  Cosoleacaque, siguen padeciendo por no poder velar y sepultar a sus muertos. Llevan ya cinco días de penurias, desde el momento que conocieron del fatal accidente en el que viajaban sus familiares. Si bien el gobierno del Estado les brindó todas las facilidades para traer a Villahermosa los restos que quedaron de sus familiares, ha sido imposible identificar a la mayoría de las personas que viajaban en ese autobús; hasta ayer  los familiares habían reconocido sólo a seis de las 35 víctimas; los demás, continúan a la espera de que a través de las pruebas del ADN puedan llevarse los restos de sus  familiares, aunque el procurador de justicia, Fernando Valenzuela Pernas ha dicho que será difícil identificar a algunos, porque no hay restos de materia viva que permita hacer esta prueba de identidad, por ello, incluso, se les ha propuesto a los familiares que han señalado que sus parientes viajaban en ese autobús, que se les sepulte de forma colectiva, o bien que a cada persona le entreguen un cadáver y lo sepulte, pero algunos están de acuerdo en recibir un ataúd con unos restos humanos y darle sepultura, pensando que se trata de su familiar, pero otros no aceptan, sino que quieren esperar hasta que les entreguen los resultados del ADN. Así es que si todos no están de acuerdo, no pueden entregar ningún cuerpo a las personas que sí están de acuerdo en sepultar a quien les entreguen. Es sin duda, esta una situación muy difícil para los familiares, sobre todo, porque se trata de restos humanos de jovencitos, de señoras jóvenes, hombres jóvenes, de personas trabajadoras, que viajaban a la ciudad de México, porque eran luchonas, buscaban la forma de ganarse la vida honestamente, comprando algunos artículos, productos, o ropa para vender, otros iban de paseo a la Ciudad de México, como el caso de los dos hermanos que uno cumplía 15 años y de regalo iba a la capital a reunirse con su madre que trabajaba allá.  En ese autobús de la muerte viajaban personas que soñaban con una vida de prosperidad, niños, adolescentes, sin embargo, les tocó la mala suerte de abordarlo y viajar al más allá; y de manera repentina impactar en su familia que no esperaba esta ausencia abrupta, porque no eran personas que estuvieran enfermas o condenadas a muerte, sino que la mayoría eran personas que estaban en edad productiva, pensando en un mejor porvenir. Pero si hay destino, ya vemos que el destino es así de cruel… Y en estos días de Semana Mayor, todos aquellos que viajan a los balnearios y centros de recreación con su familia, deben hacerlo con mucha responsabilidad, sobre todo, cuando conducen vehículos, no deben consumir alcohol, para no provocar accidentes que después terminan en tragedias.