PROCURADOR

FELIPA NERY

“No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla.” (Eleanor Roosevelt)

La Procuraduría General de Justicia del estado es hoy por hoy, una institución de relevante importancia para la paz y tranquilidad de los ciudadanos, luego de que en los últimos 12 años la inseguridad se apodera de Tabasco, a causa de la delincuencia organizada que trafica droga y secuestra a diestra a siniestra, sin que las instituciones encargada de la justicia hayan tenido la capacidad de dar resultados satisfactorios, por el contrario, el problema cada día se agrava, como lo demuestran las últimas declaraciones del Procurador Fernando Valenzuela Pernas, quien afirmó que de estar en quinto lugar de secuestros en el país, en los últimos meses pasamos a ocupar el tercero. Por supuesto que los tabasqueños no deseamos alcanzar el deshonroso primer lugar, al que podríamos ir, si no se aceleran las acciones que permitan al Estado demostrar que es superior a los delincuentes. Un problema que tenemos los tabasqueños, es que en los últimos meses ha trascendido que el Procurador podría renunciar al cargo, unos dicen que se convertirá en el Secretario de Gobierno que sustituirá a Raúl Ojeda, y otros dicen que renunciaría para tratar de ser candidato a la presidencia municipal de Cárdenas, su pueblo natal al que tanto ha aspirado a gobernar, recordemos que en 1991 ganó la elección, pero el PRD lo impugnó, denunció que hubo fraude en la elección y por primera vez en Tabasco se formó un Consejo Municipal que encabezó Carlos Alberto Wilson; en el 2009 Valenzuela Pernas intentó volver a ser candidato a la alcaldía de Cárdenas, y no lo logró, por lo que fue designado en una diputación, con la promesa de que en el 2012 sería candidato; sin embargo, en el 2012, su entonces partido, el PRI, tampoco lo favoreció, por lo que convirtió en uno de los primeros enemigos del gobierno en turno y se sumó a las filas del PRD, partido que tampoco lo dejó pasar en su aspiración de ser candidato a alcalde. No sabemos si a estas alturas  haya desistido de su interés de gobernar a Cárdenas, o realmente el gobernador esté pensando en moverlo a la Secretaría de Gobierno; quizá entre ser alcalde y secretario de gobierno, al doctor Valenzuela Pernas, no le sería difícil decidir, sólo que el problema no sería para él, sino para el pueblo de Tabasco, porque la persona que llegue a la Procuraduría, ya sea en estos días –o a fines de año, cuando los funcionarios que aspiren a un cargo de elección popular deberán renunciar–, tendría que empezar a aprender a conocer cómo es que se maneja esa institución que está tan atrasada en la preparación que deben tener su policía ministerial, los ministerios públicos, los fiscales y todo el personal de la misma, en la formación teórica y práctica del nuevo sistema de justicia acusatorio y adversarial, ineficiencia que ya se ha demostrado en los dos casos de juicio oral que se han desahogado en el municipio de Macuspana.