DIÁLOGO Y CONCILIACIÓN

FELIPA NERY

“Entre los particulares la locura es poco frecuente, entre los grupos, partidos, pueblos yépocas, es la regla.” ( Friedrich Nietzsche)

Dice Nietzsche, que entre los grupos, partidos
y pueblos, la locura es frecuente y parece ser
que se cumple la regla, porque un día antes de
que la Ley de Transporte bajara al pleno del Congreso
del Estado, los diputados del Partido Revolucionario
Institucional protestaban por lo menos por 30 artículos
de la iniciativa que había enviado el Ejecutivo
del Estado, porque supuestamente conculcaban los
derechos de los transportistas, sin embargo, lo que
parecía irreconciliable, nos sorprendió cuando se inició
la discusión, que de 35 diputados que conforman la
LXI Legislatura, 34 votaron a favor de la misma y
sólo uno votó en contra, el diputado Roger Arias, que
ahora es independiente, porque se deslindó del PT.
Los diputados del PRI han dicho que votaron a favor
de la iniciativa del Ejecutivo, porque se enmendaron
los artículos 70, 73, 80, en los que se establecía que
para los solicitantes de concesión o permisos para el
transporte, la Secretaría de Comunicaciones califi caría
el perfi l de idoneidad para la prestación del servicio,
se quitó la palabra idoneidad y sólo quedó que los aspirantes
deberán acreditar la adecuada prestación del
servicio. El consenso alcanzado en el Congreso para la
aprobación de esta ley que propuso el jefe del Ejecutivo
Estatal, es positivo para Tabasco, porque demuestra
que a través del diálogo se puede avanzar a favor
del desarrollo de Tabasco. En particular, desde que
revise la iniciativa de ley, no encontré algún artículo
que pudiera atentar contra los derechos de quienes
aspiren a prestar el servicio. Las reglas que se establecen
en la misma, si bien les falta mucho para ser
una ley que busque la modernización del transporte,
los cambios que se plantean están dirigidos a benefi -
ciar a los usuarios del transporte, como ocurre con el
reconocimiento del transporte colectivo en el servicio
de taxis, que es una realidad imperante, que a pesar
de que desde la reforma a la ley de Transporte en el
2003 se trató de imponer solo el servicio particular de
taxi, fi nalmente la costumbre imperó y la gente opta
por el servicio colectivo, porque le sale más barato,
que el privado. Además, los transportistas que pudieran
sentirse agraviados en algún derecho, tienen el
recurso del amparo para protegerse, si es que hubiera
alguna violación, pero todos aquellos transportistas
que han cumplido correctamente con la prestación del
servicio de transporte, no tendrán problema, porque
en sus transitorios de esta ley, se contempla la
solicitud de la prórroga, por supuesto, cumpliendo con
los requisitos que establece la nueva ley. La decisión
de los priístas de aprobar la nueva ley de transporte,
nos demuestra que cuando se anteponen intereses
personales, a los de las mayorías, se puede avanzar,
fi nalmente la cúpula priísta habrá entendido que la
ley pretende benefi ciar a los usuarios. En este mismo
espacio nos hemos pronunciado a favor de la conciliación
y el diálogo, porque no podemos seguir en la
discordia que no nos lleva a nada positivo.