Crean consejeros incertidumbre en el IEPCT

Por: Felipa Nery

De acuerdo al mandato de la Constitución Política del Estado de Tabasco, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana tiene la función de organizar las elecciones, pero debe hacerlo, cuidando las siguientes premisas fundamentales, que son sus principios rectores: legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad.  Cuando nos encontramos a medio proceso extraordinario para elegir al presidente municipal de Centro, a causa de que la elección de junio del 2015, fue anulada por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por el cochinero en que el Instituto Electoral convirtió esta elección, de tal manera que no hubo certeza para que las autoridades electorales pudieran declarar el triunfo a favor del candidato de alguno de los partidos políticos que compitieron, ante  el cúmulo de irregularidades cometidos durante la jornada electoral y  el escrutinio y cómputo. Muchos ciudadanos con capacidad de raciocinio, piensan que están haciendo todo, para que  nuevamente le elección sea anulada, y esto sí, que sería completamente inédito en el país, pero al parecer, los consejeros electorales quieren romper este récord. Los representantes del PRI, PRD, PVEM, PT y MC, se aliaron para impugnar ante el Tribunal Electoral la decisión del Consejo Electoral de destituir al director de organización y capacitación electoral, Rigoberto de la O, así como a los titulares de las áreas Ejecutivas de Dirección y Unidades Técnicas, por considerarlo un hecho fuera de tiempo, carente de legalidad y sustento, además, impugnarán la aprobación que hizo el IEPCT del acuerdo general del INE para respetar la paridad de género en las elecciones extraordinarias, porque los consejeros lo habrían sometido a votación en una sesión en la que no tuvieron el quorum legal. En relación a los despidos,  el Instituto Electoral argumenta que atienden acuerdos del INE que les ordenó revisar los perfiles de las direcciones, sin embargo, no atienden los tiempos de la elección extraordinaria, en los que debe existir certidumbre en torno a la organización del proceso. Con la decisión de despedir, principalmente al representante de capacitación electoral, Rigoberto de la O,  los consejeros estarían cargándole a él la responsabilidad del cochinero electoral de junio pasado, sin asumir ellos la gran parte que les corresponde, porque han llegado a ese cargo, algunos, porque supuestamente tenían amplia experiencia en la materia, pero resulta que sólo llegaron al vedetismo, a disfrutar de los placeres que da ser consejero electoral, pero sin ocuparse de la responsabilidad principal que tienen, que es la de garantizar que el proceso electoral sea, legal, independiente, imparcial y objetivo. Los consejeros no son los ciudadanos que se esperaban, comprometidos con la democracia, que permita mejorar las condiciones de vida del pueblo tabasqueño, han mostrado ser peores que muchas de las escorias que han pasado por ese órgano electoral, porque no tardaron mucho en mostrar cuáles eran sus únicas ambiciones, recordemos que de entrada, pidieron incremento salarial de más de 30 mil pesos y se los concedieron y en vez de hacer un trabajo digno y decoroso, ustedes lectores, ya saben cómo concluyó la elección en Centro.