Pocas referencias existen de la vida deportiva del Papa Francisco, quien este viernes llegará a México para una gira en la que visitará cinco estados de la República teniendo al futbol, y en general al deporte, como una de sus características principales.
Ese fanatismo que hoy se le conoce contrasta con la pobre diversidad deportiva que, en los escritos sobre su niñez, indican que tuvo.
Influenciado por el amor al futbol que caracteriza a Argentina, Jorge Mario Bergoglio comenzó jugando futbol en la calle de Membrillar dentro del barrio de Flores. Fue ahí donde le dio sus primeras patadas al balón, aunque cuentan que muy pronto su físico le comunicó, a través de sus pies planos y de una rodilla débil, que ese no era su camino.
Situación similar sucedió con el basquetbol, un deporte que su padre, Mario José Francisco Bergoglio, practicaba y que le trató de inculcar sin éxito, pues las constantes visitas al Gasómetro de San Lorenzo de Almagro solo despertaron la pasión de un aficionado y lo acercaron a su verdadero camino.
No podía ser de otra forma. El equipo argentino que hoy lo relaciona con el futbol tiene su origen en la religión, pues fue el Padre Lorenzo Massa quien dio origen con el club y 100 años después fue el Papa Francisco el que celebró la misa de los 100 años del equipo azulgrana.
Hoy el deporte es parte de su camino como líder religioso. Ha recibido en el Vaticano a su amado San Lorenzo Campeón de América, a los Harlem Globetrotters, ya bendijo la candidatura de Roma para albergar los Juegos Olímpicos del 2024, estuvo reunido con Maradona y apenas “fichó” a Ronaldinho para el II Partido por la Paz.
El futbol y en general del deporte está bien representado en el Papa Francisco que estará en México durante 5 días y curiosamente visitará 3 estadios en los que el futbol forma o formó parte de su historia.
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