Gajes del congreso: la improvisación y la irresponsabilidad

Por: José Martínez

Los diputados según la teoría política son a la vez representantes de partido y representantes populares. Tienen un compromiso con un proyecto ideológico o programático, pero también una responsabilidad con la sociedad. Sobrellevar de manera inteligente, mesurada, eficaz estas tareas no resulta fácil. No es sólo una cuestión de formación académica, aunque ayuda, es sobre todo una identidad de grupo y de comunidad. Esto resulta más exigible cuando quien asume las tareas legislativas ha tenido cargos de autoridad.

En estos días vemos una serie de malentendidos y pifias. El ex gobernador Manuel Andrade, actual diputado y coordinador de la fracción del PRI, critica lo que considera una explosiva inseguridad en el estado, pero no asume que tuvo a su cargo la prevención de este flagelo tanto en el combate a la marginación y a la pobreza, como en el mejoramiento de los cuerpos policiacos.

En el otro extremo, en la falta de experiencia y el desconocimiento mismo del grupo al que supuestamente representa, la diputada de Morena y coordinadora de esa bancada, Candelaria Pérez, manifiesta su homofobia. No sólo exhibe ignorancia, obliga también a una profunda reflexión sobre las motivaciones que pueda tener su labor como legisladora.

En lo que se refiere a la ola de criminalidad, se pretende ignorar que desde hace más de una década fue denunciada la existencia y crecimiento de una presunta “hermandad” policiaca, protectora de la complicidad con los delincuentes. En aquellos tiempos se dieron a conocer las primeras ejecuciones ante la opinión pública. Lo que se pudo haber controlado y atacado a tiempo no nos estaría afectando en grado sumo. Por lo menos hay que reconocerle al diputado priista Adrián Hernández cuando sostiene que la molestia ciudadana es resultado de no haber hecho lo que se debió en su momento. “Somos responsables de lo que está pasando, de los altos índices de impunidad”, sostuvo el ex funcionario.

Precisamente en relación al grave suceso del linchamiento en La Manga (Villahermosa) la Fiscalía confirmó su acción en tres vertientes: castigar a quienes perpetraron el homicidio, investigar el delito previamente cometido y atender la posible negligencia de los guardianes del orden.

En otro asunto relacionada con la convivencia y el quehacer legislativo, son lamentables las declaraciones de la diputada Candelaria Pérez contra la diversidad sexual, los derechos legales y humanos de este grupo social. Este tipo de expresiones delata el talante de muchos de quienes llegan al Congreso. Hay quienes señalan que son los peligros de jugarse el futuro de un pueblo en la tómbola o un juego de azar. También sucede cuando se entregan posiciones por cuotas de grupo o favores personales, como sucede en otros partidos.

Hay una pobreza espiritual y su propio desenmascaramiento, aquel que denunciara el maestro Octavio Paz en el Laberinto de la soledad, por cierto, obra vilipendiada por las izquierdas, centros y derechas; no es que se limite la libertad de expresión de esta diputada, sino que hay que ser cuidadosos con ciertos dichos que puedan lastimar a nuestros semejantes. Una posición discriminatoria.

La dirección nacional de Morena, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, inició un procedimiento sancionador contra la diputada Pérez Jiménez. El problema es más de fondo: la falta de formación política, la improvisación como recurso.

HABERES

ES NECESARIO recordar que los diputados son servidores públicos, que se les paga para que hagan bien su trabajo. No son personas altruistas, cobran y deben rendir buenos frutos a la sociedad.