Se ahorraría dinero y trabajo

Por: Felipa Nery

Al dar por concluido el proceso de la elección extraordinaria de presidente municipal de Centro, la consejera del Instituto Nacional Electoral, Nuri Angélica Guadalupe Reyes Espinoza, pidió a los legisladores reformar la ley para que no haya dos órganos electorales locales encargados de organizar las elecciones, con lo que dijo, se ahorraría dinero y trabajo. Tiene mucha razón en lo que dice la consejera, sólo que al gobierno no le preocupa ahorrar dinero en cuestión de las elecciones, no les importa cuánto cuesten, si de imponer la voluntad del poderoso en turno, se trata. Si bien es cierto que el órgano electoral se convirtió en un ente lciudadanizadoc, con autonomía plena para la toma de sus decisiones, para nadie es un secreto las influencias que tienen los gobiernos en los órganos electorales locales. Y esto tenía mayor sentido, cuando las decisiones en torno a la calificación de las elecciones terminaban en la misma entidad federativa, que no existía un órgano constitucional federal que decía la última palabra, en relación a la calificación de una elección, tanto del ámbito federal, como local, y de esto, Tabasco es un ejemplo claro. Primero, con la elección de 1994, cuando los perredistas no permitían el ingreso de Roberto Madrazo Pintado a palacio de gobierno; en la Secretaría de Gobernación ya se había hecho la negociación o ,concertacesiónc,  para que Madrazo presentara su licencia y se nombrara un gobernador interino, sin embargo éste se organizó y entró por la fuerza a palacio de gobierno aquel famoso 19 de enero, donde a batazos y garrotazos, limpiaron plaza de armas, para permitir el paso del gobernador; pero además de eso, las supuestas pruebas del fraude electoral que se habían presentado en la Procuraduría General de la República, en las que se decía que Madrazo había gastado en su campaña más millones de pesos que Bill Clinton en su campaña Presidencial, la PGR declinó la competencia y turnó aquellas cajas a la Procuraduría General de Justicia del Estado, para que esta juzgara y después de recibir aquellas cajas, la PGJ, resolvió que el asunto de las elecciones ya era una cosa juzgada y archivó el caso, hasta entonces, aquí se cumplía la voluntad del poderoso en turno. El problema vino en el año 2000, cuando Roberto Madrazo Pintado, utilizando todo el poder del Estado, respaldó al candidato del PRI a gobernador Manuel Andrade Díaz, las autoridades electorales locales le reconocieron el triunfo a pesar de todas las irregularidades que el PRD argumentaba, pero finalmente la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación les anuló la elección y hubo que repetirla, al igual como ocurrió ahora con la elección de presidente municipal de Centro, que la Sala Superior del TEPJF anuló la elección. Así es que tal y como dice la consejera, Nuri Argélica, es ocioso que dos órganos se encarguen de organizar las elecciones, pero así seguirá siendo consejera, porque no hay interés de ahorrar los recursos públicos.