A sus 66 años y a punto de estrenar “Julieta”, su película número 20, Pedro Almodóvar afirma que no le ve ventajas a la edad. “Debería encontrarlas, pero no las encuentro. Me gustaría ser siempre joven”, confiesa en una entrevista en la que describe su nuevo trabajo como “una tragedia cotidiana, sin gritos”.
“Julieta” muestra al mismo Almodóvar de siempre y al mismo tiempo a otro diferente. La película retorna a su universo femenino y a los conflictos entre padres e hijos, pero esta vez no hay resquicio para el humor o la ligereza.
“Sentía claramente que debía ser una película muy seca, porque la historia que se cuenta es muy dura”, afirma. “No quería adornarla con ningún tipo de retórica ni elemento que distrajera”.