Por: José Martínez
AL COMIENZO de este gobierno el caos en el manejo de los recursos públicos, el ocultamiento de información, la quiebra en la hacienda estatal, los enormes adeudos sin declarar, significaron para la administración de Arturo Núñez un verdadero desafío que me parece no ha sido dimensionado en su importancia. Sólo un gobierno responsable, ordenado e institucional pudo sortear la tormenta financiera. No hace falta que lo diga este columnista, pues las calificadoras internacionales otorgan puntos de recuperación a Tabasco.
Me detengo en el tema porque la comisionada presidenta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Ximena Puente de la Mora, hizo un reconocimiento público a Tabasco, por ser uno de los pocos estados -siete hasta el momento-, que armonizó su ley estatal de Transparencia a la Ley General en la materia; obligación para otras entidades, que tienen hasta el 5 de mayo para hacer lo propio.
Aparte de Tabasco, los estados que ya cumplieron con la armonización de sus leyes de transparencia son Coahuila, Chihuahua, Jalisco, Querétaro, Morelos y Oaxaca.
Con estas acciones el estado continúa colocándose en los primeros lugares de transparencia y acceso a la información a nivel nacional, así mismo fortalece sus bases para que haya una verdadera rendición de cuentas. Recordemos que hace cuatro o cinco años, Tabasco se encontraba en los últimos lugares de transparencia y esto se reflejó en la existencia de enormes huecos por donde se coló el desorden en las finanzas públicas. Desde 2014, el gobierno estatal se ha colocado entre los ocho entidades con más clara información de sus estados financieros.
Lo que le da sustento al reconocimiento de Puente de la Mora es que por primera vez en la historia, con la administración de Arturo Núñez, se da a conocer las finanzas públicas estatales, mediante la difusión de los informes trimestrales de las mismas, en el portal electrónico de la Secretaría de Planeación y Finanzas.
De la misma forma en los primeros meses de los últimos dos años, se ha colocado a disposición de la ciudadanía la cuenta pública del año anterior, por lo que cualquier ciudadano puede conocer el manejo que se hace de los recursos públicos, su origen y destino, con la oportunidad de hacer sus propias conclusiones.
En el sexenio anterior no se contaba con dicha información. Existía opacidad, como se reflejó en las valoraciones del organismos como Pulsar, Transparencia México y México Evalúa.
Queda comprobado que en materia de transparencia no se debe tomar como definitiva sino progresiva, porque el ciudadano va ganando cada día mayores beneficios para tener acceso. El momento máximo de una democracia es cuando el ciudadano toma en sus manos la vigilancia del manejo de los recursos públicos.
El gobernador Núñez ha reconocido en la transparencia y acceso a la información un pilar fundamental para promover la participación ciudadana, así como fomentar la rendición de cuentas. Recordemos que a finales del año pasado se aprobó la nueva Ley de Transparencia. Es perfectible, cierto, pero ahí están los avances.
HABERES
Por cierto, esta Ley fue impugnada por el partido Verde y el PRI, reclamando que hay inconstitucionalidad, por lo menos en tres artículos, en uno de ellos, que habla de seguridad nacional, otro de información reservada. Es una pena que el PRI esté pidiendo lo que nunca dieron… lo que siempre reservaron.
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