Captura de Fabián Granier, decisión, firmeza y aplicación de las leyes

Por: José Martínez

Alguien tenía que haber venido a romper el hechizo del cuento, desnudar la realidad que los tabasqueños hemos vivido durante varias décadas. Algunas voces opinan con fervor que si Jesús Alí hubiera sido electo gobernador en 2012 las cosas estarían mejor’habría que ver mejorías en qué sentido- . Pongamos el ejemplo del vecino estado de Veracruz, donde a Javier Duarte se le responsabiliza de la muerte de periodistas, la desaparición forzada de algunos ciudadanos, represión contra el descontento de la sociedad y donde las manifestaciones populares en su contra no prosperan porque su gobierno está protegido por diputados de la alianza PRI-Partido Verde.

En Tabasco el gobierno de la alternancia revisó la documentación financiera que heredó de Andrés Granier Melo y descubrió una serie de irregularidades que fueron suficiente para que la justicia se hiciera cargo de los responsables del desvío de los recursos millonarios. Y ahí tienen al ex gobernador Granier recluido en la Torre Médica de Tepepan y al ex secretario de Finanzas José Manuel Sáiz Pineda en el Creset. Ahora le tocó el turno a Fabián Granier Calles, hijo del ex mandatario, quien fue detenido este fin de semana por la PGR bajo la acusación de fraude fiscal de  2 millones 111 mil 725 pesos. Aún no se sabe cuál es el paradero del exsecretario de Obras Públicas Héctor López Peralta, la exsecretaria de Educación Beatriz Luque Greene y al exsecretario de Salud Luis Felipe Graham Zapata. Este último ha recurrido a los amparos legales para evitar enfrentar a la justicia federal por los cargos que se le atribuyen, pero sigue siendo prófugo de la justicia.

En Veracruz Javier Duarte goza de privilegios y el clamor social en contra suya lo repele con la fuerza pública y otras formas de complicidad para callar los reclamos de justicia. Fue necesario que en Tabasco llegara un gobierno como el de Arturo Núñez para actuar conforme a la ley para denunciar el desvío de recursos financieros llevado a cabo por el ex gobernador Andrés Granier y sus colaboradores, los hubiera protegido y con certeza hasta serían funcionarios públicos. Y los pocos que aún lamentan la debacle del PRI seguramente estarían al cobijo de la impunidad aunque el resto de los tabasqueños padecieran las inclemencias de la falta de justicia social.

La realidad no puede ocultarse y tarde o temprano sale a flote. La simulación tiene como consecuencias resultados adversos a los que se desean. La captura de Fabián Granier Calles es una prueba más de que en Tabasco no se protegen compadrazgos y que se actúa con cautela para desahogar las pruebas necesarias que contribuyan a que las investigaciones en el caso de la malversación de fondos del erario del Estado sean perseguidos y castigados por las autoridades correspondientes.

No hay juicios sumarios, sólo denuncias ante las instancias legales. Pase lo que pase con los procesados, lo que se debe valorar es la decisión de un gobierno por cortar de tajo la cadena de impunidad y complicidad. Es algo que con el tiempo se ponderará en las acciones de Arturo Núñez. Una decisión que rompió para siempre las inercias.

HABERES

CIERTO que en Tabasco se tiene que actuar con mayor eficacia contra la delincuencia común. Pero de eso a que se vanaglorien algunos que estamos en el primer lugar de percepción de la inseguridad hay un gran trecho. Pareciera que hay un sector que desea que le vaya mal al gobierno sin pararse a pensar que eso significa un mal para todos.