En el PRI, el fantasma de la incertidumbre y la ambición

Por: José Martínez

¿Cuál es el futuro de Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tabasco? Después de su reinado durante más de ocho décadas, de mostrar su poderío e influencia, de señalar con el dedo quién sucedería a quién, de tener todo el poder del Estado concentrado en la figura del gobernador en turno y de esa unidad en torno que lo caracterizaba, las cosas han cambiado en la entidad para ese instituto. Y parece que los líderes de los diversos grupos en el tricolor aún no lo han comprendido. Pensar que en política todo depende del poder económico, de la disposición de recursos, es no saber de política.

En ese instituto partidista que aún se mantiene vivo gracias a que gobierna en el país –tiene la Presidencia de la República y más de la mitad de las gubernaturas- algo nos dice que no aprenden de los errores y continúan practicando los excesos. A pesar de ser oposición y de haber criticado tanto a su enemigo número uno (el Partido de la Revolución Democrática) por su forma de proceder cuando fue oposición, varios de los más representativos portavoces del PRI, hoy se han convertido en modelos del radicalismo. Cuánto trabajo cuesta comprender lo que significa la institucionalidad.

Todo indica que los priistas tabasqueños han contribuido más a la fractura de su propio instituto que las acciones de sus opositores. Basta revisar lo que a diario se publica y lo que se declara en los medios electrónicos para llevarnos a la conclusión de que pesan más las ambiciones de poder y se han alejado de reconstruir aquello que se vislumbraba desde la caída del régimen en el 2000 con las elecciones presidenciales: un partido renovado.

Ser oposición para los priistas en Tabasco aparece como sinónimo de confrontación, sobre todo de manera directa contra gobierno. Bien harían en detenerse a observar cómo el gobernador Arturo Núñez, aun cuando actualmente es militante del PRD, ha mantenido una relación respetuosa con el presidente Enrique Peña Nieto del  PRI. Y viceversa. Una interpretación simplista sostiene que “Núñez ya negoció con Peña”. Eso lo dicen algunos lopezobradoristas porque es parte de su discurso, pero si así fuera nada tendría de malo y los priistas deberían estar de plácemes. Quienes nada tienen que ver con la lucha por cargos públicos lo que valoran es que los políticos de todo los colores se pongan de acuerdo para servir a la gente. Quienes sólo ambicionan el poder quieren ser ellos y nadie más.

Arturo Núñez ha sabido mantener las buenas relaciones con la Federación, y que por ello Tabasco ha logrado salir del quebranto que causó la irresponsabilidad administrativa de varios de los ex funcionarios. Incluso de quienes ahora en el PRI están en el Congreso local.

En los municipios que hoy gobierna el PRI: Macuspana, Centla, Tacotalpa y Tenosique no hay solidez suficiente como para enviar un mensaje que el tricolor mantiene el peso político de antaño. Tampoco lo tuvieron las administraciones municipales del trienio que apenas terminó en diciembre pasado: Jalapa, Paraíso y Teapa, porque no cumplieron con las expectativas ciudadanas.

En las dos elecciones, la ordinaria y la extraordinaria del 13 de marzo, cada candidato y jefe de grupo fue la imagen del divisionismo. La unidad sólo simulación. Así no se llega a ningún puerto.

HABERES

ALGO curioso está sucediendo en Morena. Adán Augusto López aparece ya en los espectaculares de propaganda junto a Andrés Manuel López Obrador. Octavio Romero fue borrado. ¿Precampaña anticipada?