El derecho a un techo, un mínimo piso para los tabasqueños

Por: José Martínez

Las inundaciones del 2007 pusieron en evidencia lo que se pretendió ocultar con una visión idílica del “Edén Tabasqueño”: miles de familias vivían en condiciones precarias pero además se habían asentado en sitios de alto riesgo. Entre la especulación, la pobreza de la población y la desidia de muchas autoridades se había incrementado un grave problema de vivienda que sólo fue atendido en el sexenio de Enrique González Pedrero, con aquel generoso programa de “Piso, fogón y letrina”. Quienes no conocían las dramáticas condiciones de sobrevivencia de los marginados, hicieron mofa de aquellas acciones.

Tuvo que ocurrir la transición a un nuevo régimen para que nuevamente se volteara la mirada hacia esta necesidad básica. El ser humano tiene derecho a vivir en un lugar digno. Con las condiciones para desarrollarse en un núcleo social de inclusión e igualdad. Este columnista tuvo oportunidad hace varios meses de acudir a varios poblados tabasqueños en donde está ocurriendo un cambio notable.

Resulta que el gobierno estatal a través de la Secretaría de Desarrollo Social (SDS), en conjunto con la Comisión Nacional para la Vivienda (Conavi), está llevando a cabo el programa Casa Amiga, con el fin de proporcionar un lugar de pared, techo y piso para quienes no tienen los recursos suficientes o viven en pobreza extrema, sobre todo en comunidades.

En un principio este programa social sólo contemplaba ocho municipios, sin embargo, ahora se beneficiarán con Casa Amiga en todo el estado quienes cumplan con las reglas de operación. Según cifras oficiales tan sólo en 2015 se construyeron un mil 544 viviendas, ahora en esta primera etapa de 2016 se planean construir 900 viviendas distribuidas en 60 localidades de las 17 municipalidades donde haya un mayor índice de marginación, rezago económico y hacinamiento.

Según nos explicaron los responsables la preocupación del gobierno del estado es de procurar el bienestar a los ciudadanos, por lo cual también se firmó el convenio con la asociación civil Adobe Home para comenzar a edificar las viviendas que cuentan con baño, comedor, dos habitaciones, sala y cocina. Este es un compromiso que se cumple mediante la promoción de un sistema de producción social de vivienda en el cual la administración estatal invierte 58 millones de pesos y la Conavi 60 millones de pesos.

Nos cuentan que una de las columnas vertebrales de la acción gubernamental es la gestión social. Son promovidas en las comunidades de todos los municipios sin distinciones partidarias de ninguna índole; además es una dinámica donde las reglas de operación son claras, pues las órdenes del gobernador Núñez son que estos programas lleguen a quienes realmente necesitan para que no se preste a confusiones como en el pasado, donde los programas se convertían en negocios personales y condicionados, además de que al final las viviendas se deterioraban al poco tiempo de haber sido entregadas.

Casa Amiga debe convertirse en un ejemplo de la transparencia y la responsabilidad de cómo se distribuyen y se invierten los recursos del erario público.

HABERES

A PROPÓSITO de las viviendas, debería “ponerse las pilas” el delegado del Infonavit en Tabasco, Nicolás Bellizia, porque varios acreditados se quejan de que está más ocupado en sus aspiraciones para otro cargo público –ahora anda en busca de la dirigencia del PRI- que en atender a los afectados por la crisis y a los necesitados de apoyo del gobierno de la Revolución.