Había urgencia…

Por: Felipa Nery

En el mes de agosto del año 2013, cuando el gobierno federal pretendía realizar la reforma constitucional energética, la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP), advertía ¡según publicación en diarios nacionales de esa fecha–, que:  ¡la premura y urgencia del gabinete del Presidente Enrique Peña Nieto por reformar la Constitución, en materia energética, tenía como sustento objetivo dar sustento legal a las aberraciones jurídicas cometidas y violaciones a la Carta Magna, con la entrega a la iniciativa privada del complejo petroquímico Pajaritos, así como los contratos de servicios múltiples y de otros, autorizados en el ramo petroleron.   También el periodista Alberto Barranco, señala, que antes de la llegada de la empresa Mexichem, a la que se vendió el complejo Pajaritos, el Estado mismo invirtió millones de dólares en el remozamiento del complejo petroquímico, se levantó una barda perimetral con colosales torres, se cambiaron instalaciones de drenaje químico y pluvial, se repararon con un costo de 200 millones de pesos, tres tanques de enfriamiento, además de los equipos mecánicos y de mantenimiento en edificios y talleres. Ahora que se registró esta desgracia en Pajaritos, que a la fecha había dejado unos 24 muertos. cifra reconocida oficialmente, además de decenas de heridos y otros desaparecidos, los mexicanos nos enteramos que la entrega de Pajaritos inició desde el gobierno de Vicente Fox y Felipe Calderón,  cuando se alió con el gobierno federal, mediante las llamadas asociaciones público-privadas (APP), al empresario y ex banquero Antonio del Valle Ruiz, considerado uno de los hombres más ricos de México, por contar con una fortuna de 4 mil 940 millones de dólares, a quien ahora exigen todos los diputados –incluido el PRI-, que se finquen responsabilidades, por la muerte de los trabajadores que no se evitó, a pesar de haberse activado todos los protocolos de protección civil; sin embargo, ahora se sabe que las inversiones millonarias que el empresario había comprometido para modernizar esta planta, no las había hecho y por el contrario, sólo se dedicó a explotarla desde que la recibió, sin darle el mantenimiento requerido y hoy existen señalamientos de trabajadores que una semana antes de la explosión se habían reportado fugas que no habían sido atendidas. Es claro, que el desmantelamiento de PEMEX inició desde los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón y se siguió ahora con el gobierno de Enrique Peña Nieto, pues en noviembre del 2011 Mexichem, la empresa de Del Valle informaba de la postergación de su alianza con PEMEX para operar en el complejo de Pajaritos, la planta que produce cloruro de Vinilo, con el que se fabrica el PVC, desde estos gobiernos empezaron a hacer contratos con PEMEX y empresas privadas, a pesar de la prohibición constitucional, y quisieron darle legalidad a la venta del complejo petroquímico Pajaritos, porque ya tenían el negocio acordado y avanzado, por eso tenían urgencia de sacar la reforma constitucional energética, con la que emprendieron el desmantelamiento de la única empresa que le quedaba al Estado y que le proveía de recursos económicos. Pobre país, del que sus gobernantes se han aprovechado para saquearlo y empobrecer al pueblo.