La directora del Instituto Estatal de las Mujeres (IEM), Leticia del Carmen Romero Rodríguez, aseguró que desde que creció en Tabasco el índice de escolaridad y de densidad de las féminas, su presencia en el ámbito público laboral también ha ido en aumento y con cada vez mejores cargos.
Al presentar la conferencia “La mujer trabajadora en el sector público” ante docenas de servidoras de los tres poderes del estado, aseveró que no obstante ese avance, todavía está pendiente la conciliación de las féminas en los ámbitos público y privado.
“El hecho de que la mujer ya esté inmersa en el servicio público a la par del hombre en términos de trabajo –más no en condiciones salariales en muchos casos–, no la exime de su trabajo en la vida privada, y esa es la lucha que tenemos que seguir sosteniendo para que esas condiciones se den de forma equitativa”, subrayó.
Romero Rodríguez consideró que la mujer que tiene que realizar dos o tres actividades debe ser protegida por leyes efectivas. “Leyes que les permitan hacer esos trabajos, y que también el hombre se integre cada vez más en las acciones del ámbito privado para que en equipo saquen adelante a su familia”, enfatizó.
Señaló que entre la equidad y la igualdad, se debe luchar por lo último. “Si nosotros alcanzamos los niveles de equidad necesarios para que las mujeres hagan uso de sus derechos, evidentemente el punto álgido de una vida de calidad y libre de violencia, es cuando la mujer logre hacer uso de éstos. Las féminas deben ser reconocidas como un sujeto social con las mismas oportunidades y capacidades”, afirmó.
En la disertación que ofreció en la sala de juntas de la Coordinación de Planeación y coordinada por la Secretaría de Administración (SA), la funcionaria estatal se pronunció por la necesidad de reeducar a algunos varones, principalmente a los que su compañera es una servidora pública que por méritos propios ha ascendido y tiene mejor salario que los suyos.
“Ante el hostigamiento, el rechazo y la presión de los esposos, miles de mujeres renuncian a ascensos y salarios en la función pública, por lo que debemos trabajar más en la formación de los valores desde los hogares, y lograr hombres más conscientes”, manifestó.
Explicó que en sus salidas a comunidades, han comprobado que si se educa a los niños desde pequeños se convierten en los principales portadores del lenguaje de género. “Ellos son nuestros mejores embajadores de la igualdad, y nos parece que si hacemos un trabajo sistemático, lograremos escalar cada vez más a una vida con calidad y equidad”, puntualizó.
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