La seguridad pública, los avances y lo que falta

Por: José Martínez

La seguridad pública está catalogada como una de las exigencias más sentidas de los ciudadanos, y que por lógica necesita ser atendida de una forma eficiente y sobre todo oportuna. Si bien no es de ahora, porque por lo menos desde hace una década se colocó entre las prioridades, en la actualidad el combate y la prevención del delito sirve para calificar el desempeño de los gobiernos.

Es un tema que sin duda está en el centro del debate, no sólo en Tabasco sino en el país. y que se ha convertido en un objeto de análisis, pero igual de críticas, bajo la constante de que muchos deseamos que no exista.

En el estado, el gobierno de Arturo Núñez Jiménez está consciente del problema. Así lo ha dicho públicamente, al grado de exigir un mayor empeño en ese sector. Se ha dado a la tarea de no ir solo sino compartir responsabilidades entre  la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), y la Fiscalía General del Estado (FGE), dos entes que trabajan simultáneamente para disminuir los índices de la delincuencia.
De acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública, y a sus números, existen 66 delitos clasificados, y desde esta perspectiva, Tabasco ha mantenido en ceros 41 de esos delitos en el primer trimestre del año, es decir, se ha contenido un 62% de ilícitos que pudieron haberse cometido en la entidad.

Tenemos entonces que delitos como robo con violencia a casa-habitación, a negocios, bancos, despojo de vehículos, delitos patrimoniales y otros han disminuido más que considerablemente.
Recientemente se desmantelaron 2 bandas que se dedicaban expresamente al secuestro, recordemos que en enero se registraron 9 casos y en el mes de marzo sólo 2, así que la coordinación entre la SSP y la FGE ha estado constantemente en marcha para disminuir la incidencia de este delito que tanto ha asolado al estado, sobre todo, en la región limítrofe con Veracruz, proclive para las bandas de secuestradores actúen con impunidad.

El abigeato también disminuyó en el primer trimestre hasta llegar a 84 casos en el mes de marzo, no obstante se está trabajando para que la respuesta inmediata ante esta clase de incidentes criminales continúe a la baja. Se ha podido contener el robo de hatos ganaderos aunque las autoridades reconocen que aún no es suficiente y que se tiene que tomar acciones más firmes para combatir el ilícito. Los ganaderos por su parte reclaman un mayor esfuerzo.

Estos logros se han alcanzado gracias a la colaboración de la ciudadanía y a las organizaciones que colaboran con las dependencias estatales y federales para combatir la delincuencia en todas sus modalidades, con todo esto es un gran desafío que el Gobierno estatal evalúa sin quitar el dedo del renglón, pues ante que nada se tiene que actuar con responsabilidad y transparencia en la rendición de cuentas sobre las acciones realizadas en materia de seguridad, pues nos enfrentamos diariamente a algo que lastima a todos sin excepción alguna, la delincuencia no descansa, por lo tanto las autoridades tienen que hacer lo propio para contrarrestar esta realidad.
La inseguridad impacta directamente a la sociedad, la delincuencia es tan alarmante que se extiende a lo largo y ancho del país, ahí tenemos al Estado de Guerrero severamente lacerado por esta situación y que ha llegado a los extremos donde los números de muertes van más allá de lo que un ser humano pueda comprender. Por esta razón en Tabasco las autoridades están actuando en conjunto y de la mano de las organizaciones civiles para contrarrestar de manera frontal los hechos criminales.

HABERES

LA DESTITUCIÓN de los consejeros electorales de Chiapas debería ser el inicio de una limpia generalizada. Ya vimos cómo a esos organismos se colaron vivales, oportunistas y personajes que sólo sangran el presupuesto sin desempeñar bien sus labores. Los siete funcionarios chiapanecos despedidos fueron acusados de fraude, alteración del padrón electoral y mala aplicación de las leyes de género. Chiapas está cerca, muy cerca de Tabasco.