Por: José Martínez
En el marco del “Día del Maestro”, conmemorado desde 1917 en nuestro país, y el cual fue celebrado el fin de semana, de acuerdo a datos del INEGI hay un millón 900 mil profesores en el país. De estos habría que calcular cuántos realmente están cumpliendo en sus aulas, y qué número se encuentran en las “pistas de aterrizajes”. Una estudio hecho a principios de esta administración confirmó que el sector educativo, el que mayor número de empleados tiene, se convirtió en espacio privilegiado para ocultar irregularidades.
El sistema educativo en México continúa en un nivel muy criticado, sobre todo porque su calidad va en retroceso, ya que varias entidades están reprobadas en materias como lectura, ciencia y matemáticas.
De acuerdo con los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes, en lectura nuestro país se ubicó en el lugar 52 de 65 naciones, cuando en un anterior ejercicio se encontraba colocado en el peldaño 49. En ese mismo lapso pasó del lugar 51 al 53 en matemáticas, y del 51 al 55 en ciencias, en todos los casos de un total de 65 naciones. Estamos en la cola de la eficacia.
La educación básica en su entorno real gusta de tener docentes que no asisten a las aulas, o en su caso se encuentran comisionados en alguno de los sindicatos, cuando en promedio deberían estar dando clases durante 36 horas a la semana. Es un esquema de privilegios para un pequeño sector que se fue construyendo durante décadas.
“Al maestro con cariño”, una frase que se quedó acuñada en el tiempo ante la falta de vocación y compromiso de los mismos docentes, porque atrás quedó el profesor que hacía largos recorridos, incluso kilómetros para llegar al salón de clases, a pesar de las lluvias o el intenso calor, dicen que en aquellas épocas estaban impulsados por la pasión de la enseñanza. No en vano se conoció el ejercicio del magisterio como un apostolado.
Expertos en la docencia han dicho que el gran desafío para México es acelerar significativamente los ritmos de mejoramiento experimentados en los resultados educativos, ya que aún no son suficientes para acercarlo al promedio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), algo en lo que espera se pueda avanzar con las reformas recién implementadas.
En Tabasco el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más es de 9.3, lo que equivale a poco más de secundaria concluida. Aunque otros datos preocupantes es que de cada 100 personas de 15 años y más el 4.8 no tienen ningún grado de escolaridad, y sólo el 52.7 tienen la educación básica terminada.
A pesar de los focos rojos, creados por los mismos profesores, el gobierno del estado, encabezado por Arturo Núñez Jiménez sostiene que defenderá y hará valer los derechos para un buen desarrollo del magisterio. Pero se trata de alianzas sociales y sectoriales que deben girar en torno a la reciprocidad: que el gobierno otorgue, pero que también el magisterio cumpla.
HABERES
TIENEN razón los portavoces de Santo Tomás, Hugo Ireta y José Manuel Arias: antes de autorizar nuevos empréstitos a los presidentes municipales, deben revisarse a fondo los gastos y cómo recibieron la administración. Hasta el momento sólo el edil de Comalcalco, Javier May, ha presentado denuncias sobre presuntos desvíos. Hay que limpiar las haciendas públicas y tapar los agujeros antes de meter más dinero a esa bolsa.
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