El presidente electo de Filipinas animó al pueblo a ayudarlo en su lucha contra la delincuencia, al instar a los ciudadanos armados a disparar contra traficantes de drogas que se resistan a ser detenidos.
En un discurso televisado el sábado por la noche y ante una multitud en la sureña ciudad de Davao, Rodrigo Duterte dijo que los filipinos que lo ayuden en la sangrienta guerra contra la delincuencia serán recompensados.
“No duden en llamarnos o a la policía, o bien háganlo ustedes mismos si tienen armas, Ustedes tienen mi apoyo”, dijo Duterte, al advertir que en el país existe un extenso comercio ilegal de drogas que ha corrompido a la policía del archipiélago.
Si un vendedor de drogas se resiste a ser detenido y amenaza a un ciudadano con una pistola o un cuchillo, “ustedes lo pueden matar”, dijo Duterte.