Las familias de algunas de las 49 víctimas de una masacre en un club nocturno gay en Orlando enterrarán el viernes a sus seres queridos, un día después de que el presidente Barack Obama se reunió con los sobrevivientes y dijo que Estados Unidos debe actuar para controlar la violencia armada.
Se prevé que los funerales tengan lugar durante las próximas dos semanas.
Obama, quien viajó a Orlando el jueves para reunirse con sobrevivientes y familiares de las víctimas, dijo a los periodistas: “Abracé a familiares dolientes y preguntaron, ‘ ¿por qué sigue pasando esto’ “?
El mandatario instó al Congreso a aprobar medidas que hagan más difícil adquirir legalmente armas de alta potencia, como el rifle semiautomático usado en el ataque del domingo.
Obama y el vicepresidente Joe Biden visitaron a Orlando pocos días después de que un hombre armado nacido en Estados Unidos declaró su lealtad a varios grupos militantes islamistas y luego realizó el tiroteo más mortal en la historia moderna de Estados Unidos.
Durante el tiroteo, el atacante Omar Mateen escribió mensajes de texto a su esposa, dijo CNN el jueves, y además hizo publicaciones en Facebook y llamó por teléfono a un canal de televisión. La policía abatió a tiros al agresor de 29 años, un ciudadano estadounidense nacido en Nueva York e hijo de inmigrantes afganos.
Veintitrés de los 53 heridos en el tiroteo seguían hospitalizados, seis de ellos en condición crítica, según el Centro Médico Regional de Orlando.
Mateen perpetró el crimen con un rifle de asalto y una pistola que habían sido comprados legalmente.