El Papa y el patriarca apostólico armenio denunciaron la “inmensa tragedia” que encarnan las personas que huyen de los conflictos y destacaron que, en este contexto, la persecución religiosa se ha convertido en “una realidad cotidiana”.
“Aún somos testigos de una inmensa tragedia que se da ante nuestros ojos: innumerables personas inocentes asesinadas, deportadas, obligadas a un doloroso e incierto exilio por los continuos conflictos de tipo étnico, político, religioso en Medio Oriente y en otras partes del mundo”, señalaron.
El Papa Francisco y el patriarca Karekin II emitieron una declaración conjunta firmada en la sede el Patriarcado.
Francisco concluye una visita de tres días a Armenia.