Derecho denegado

Por: Felipa Nery

Según el INEGI en México, el 4% de la Población Económicamente Activa está desocupada, que supuestamente sería de 2.1 millones de personas, cifra que consideramos no coinciden con la realidad, por la situación de pobreza y violencia que vivimos en el país a causa de la exclusión social, falta de empleos, entre otros. En tanto que la población ocupada alcanza los 50.8 millones de personas, de los cuales 31.5 millones son hombres y 19.3 millones son mujeres; de este total de empleados, el 68.5%, es decir, 34.8 millones, son trabajadores subordinados y remunerados; 11.4 millones, o sea el 22.4%, trabajan por su cuenta, sin emplear personal pagado; 2.4 millones, un 4.7%, son trabajadores que no reciben remuneración, y 2.2 millones, 4.4%, son propietarios de los bienes de producción, con trabajadores a su cargo. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señala, en un estudio que realizó, que México es el país donde se tiene la semana laboral más larga, por ejemplo, en 2014, un trabajador en México sumó un total de 2 mil 228 horas, y lo peor es que es el país que tiene los salarios mínimos más bajos, en relación con los países que fue comparado;  en Estados Unidos fue de un mil 789 horas; Japón, mil 729 horas; España, mil 689 horas, en tanto que Alemania mil 371 horas. Estudios han demostrado que una mayor jornada laboral no significa mayor productividad; la Universidad Malbourne, ha dicho que las personas que laboran 25 horas semanales tienen mayor aprovechamiento de su capacidad cognitiva. Carlos Slim ha propuesto una jornada laboral semanal de 30 horas, que no supere las 33 horas a la semana, para aumentar la productividad; hay quienes se han pronunciado a favor de esta propuesta del empresario mexicano, pero dicen, que no debe ser un empleo temporal, sino permanente y que considere todas las prestaciones sociales. La crisis de desempleo que vive el país, podría atenuarse con esta jornada laboral, si se adopta con un doble propósito: emplear a un mayor número de personas y aumentar la productividad, porque se ha demostrado que de nada sirve que una empresa tenga en sus plantas laborales durante 10 ó 12 horas a sus empleados, porque no rinden lo mismo que en una jornada menor, no sólo porque se estresan, sino porque su cerebro se cansa, se agota y ya no pueden pensar, ni rendir igual que cuando están relajados y descansados. Resolver el problema del desempleo, es importante, porque si la gente no tiene empleo no puede aspirar a vivir dignamente y entonces muchos jóvenes optan por emplearse en la “industria de la delincuencia”, que como ya ha dicho la CEPAL, esta se ha quedado con el bono demográfico de la juventud en México. Pero además, los empresarios, los inversionistas, deben ser los más interesados en encontrarle una solución al problema del desempleo,  aunque sus ganancias no sean en la misma proporción millonaria a la que están acostumbrados,  porque si no hay paz social, por las causas del desempleo, sus inversiones no están garantizadas. Los empresarios deberían ser más responsables, más solidarios con la sociedad, porque finalmente, les conviene.