El número de muertos por el atentado del fin de semana en el centro de esta capital ascendió a 250, con lo que se convierte en el más mortífero en Irak desde la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003, informó el Ministerio de Salud.
Responsables de la Policía y los servicios de emergencia en Bagdad revelaron en declaraciones a la prensa internacional, en calidad de anonimato, que todavía hay personas desaparecidas, y que aún no se concluye la remoción de escombros en la zona del atentado.