Resistencia civil: ensayan otras formas en el país

Por: José Martínez

Desde hace varios sexenios el país viene sufriendo un estancamiento, a tal grado que hoy es difícil que el ciudadano común entienda conceptos como democracia, sobre todo porque está pensando en el día a día, cómo sobrevivir, y despertar para darle a su familia el sustento. Los golpes han sido duros, ausentes de una sensibilidad que puedan darle oportunidad para defenderse, porque lo primero que se ofende es el bolsillo del que gana el salario mínimo.

Hace unos días primero se dio el gasolinazo, lo que provocó irritación. Pero la pesadilla aún empezaba, porque días después vino otro anuncio: nueva alza a la luz eléctrica. Claro, otro golpe letal, sobre todo cuando la CFE señaló que después de 18 meses de menores tarifas, el incremento para el sector industria será de entre 2 y 5 por ciento; para el comercial de 5 a 7 por ciento; y la tarifa de uso doméstico de alto consumo tendrá un incremento de 6.8 por ciento respecto a la establecida para julio de 2015.

La CFE justificó este aumento a la electricidad que consume la planta productiva nacional, el sector comercial y los domicilios de alto consumo, es el primero que se produce en 18 meses. El gobierno federal ha proclamado como uno de los principales logros de la reforma energética la reducción en las mismas tarifas eléctricas.

Las reacciones, como es natural, no tardaron. Martí Batres, dirigente de Morena, propuso incluir en la Primera Constitución de la Ciudad de México, el derecho a la resistencia y desobediencia civil pacífica. Otros grupos exigen que haya acceso universal a un paquete básico de electricidad.

Un antecedente de la resistencia civil contra de la Comisión Federal de Electricidad es la que en Tabasco inició con Andrés Manuel López Obrador. Primero como protesta política, luego como respuesta social a las altas tarifas.

Un dato revela que la tarifa doméstica no ha cesado de aumentar, particularmente desde que el ex presidente Vicente Fox decretó en 2002 el fin de los subsidios a las tarifas residenciales, lo que generó un aumento promedio de 75% en las tarifas domésticas a nivel nacional. Mientras las grandes corporaciones reciben subsidios, las tarifas domésticas experimentan un alza mensual constante en relación a la inflación y el incremento en los precios de los combustibles. De esta manera, se han documentado aumentos de 200 e incluso 300% en el recibo de luz bimestral de usuarios.

Los ciudadanos de Candelaria, Campeche, por ejemplo, crearon su movimiento de Resistencia Civil del No Pago a la Luz Eléctrica desde el 2006, debido a las excesivas tarifas y al deficiente servicio proporcionado por la CFE. Actualmente más de 30 comunidades están en tal movimiento.

Lo mismo sucede en Chipas, uno de los más pobres, y el que más energía limpia genera a través de sus hidroeléctricas, aportando el 60% de electricidad a todo el país.

Como sabemos Tabasco no está exento de esos males, y a pesar de que el mismo gobierno estatal ha tratado de mediar el asunto, la propia CFE al final rompe los esquemas, y obstaculiza los puentes de diálogo.

HABERES

LO OCURRIDO EN EL MERCADO PINO SUÁREZ está fuera de control. Sacar al líder de su propia oficina y dejarlo tirado en el suelo, es más que una falta de respeto. No se puede rebasar lo que ya fue elegido, y con esas actitudes jamás se llegará a un acuerdo. La remodelación sigue en el limbo. Los “estilos” de la polaca chica nos exhiben.