Un Luis Miguel visiblemente más delgado y su novia Kristina fueron capturados sonrientes en Los Ángeles.
La pareja se mostró satisfecha luego de la cena que disfrutaron en el restaurant de carnes, Mastro’s, en Beverly Hills.
Tan satisfechos quedaron, que el amor del Sol llevaba una bolsa con lo que les sobró de la comida para llevárselo a casa.
A pesar de la presencia de paparazzi en el lugar, Luis Miguel se mostró de buen humor y distendido y sin duda, muy enamorado.
Parece que el amor genera cambios en la vida del cantante mexicano, pues además de estar con unos kilos menos ha cambiado su típico look formal por uno más deportivo de chamara y gorra de béisbol.