Por: José Martínez
Donald Trump destituyó a Luis Videgaray Caso. El hombre todopoderoso tuvo que dejar la Secretaríio de Hacienda. Aunque oficialmente la despedida se la dio su amigo el presidente Enrique Peña Nieto, no hay duda que fue arrastrado por la corriente que el mismo desató.
Desde que el candidato republicano se presentó en México, no fue una sino cientos de voces las que rechazaron esa estrategia, preguntándose, ¿quién había asesorado a Peña Nieto?, y ¿con qué fin se hizo la invitación?
¿Qué ganábamos los mexicanos con el arribo de una persona que había ofendido y sigue ofendiendo al país? Muchos son los testimonios. Quien había orquestado dicha trama fue Videgaray, quien estaba anclado para ser candidato a la presidencia de la república por el PRI.
La “genial idea” tiene su resultado. Ya cobró la primera factura. La estrategia fallida consistía en mandar un mensaje de apertura al diálogo y estabilidad a los mercados financieros, dicen. A Peña Nieto le sigue costando críticas desde todos los ángulos, y no sólo en el país sino que se traspasó las fronteras -diría Trump- obligando desde Los Pinos a una reacción inmediata. Una especie de control de daños.
Hay que reconocer que Enrique Peña Nieto nos viene acostumbrando a lo repentino y asombroso. Aunque ahora, después de darle posesión a José Antonio Meade como nuevo secretario de Hacienda, le encomendó tareas inmediatas, y otra vez afirmó que no habrá nuevos impuestos, y que será la Presidencia quien asuma los costos. Se amarrará el cinturón, dicen.
Meade deberá entregar hoy el presupuesto de egresos de la federación, pero además tiene como mandato trabajar para mantener las finanzas sanas.
La realidad es que hacer de cambio personas no resuelve los problemas de México. Si se trata de asuntos financieros y desarrollo, hay que revisar a profundidad las políticas.
El coordinador de los diputados del PRD, Francisco Martínez Nery, por ejemplo, señaló que además de nombres se necesita saber de qué forma se controlará el crecimiento del déficit, proteger la inversión productiva, y acabar con los privilegios fiscales. Una tarea complicada para esta nueva estrella del gabinete.
En las redes de internet, la renuncia de Videgaray levantó ámpula. Alejandro Encinas aprovechó para escribir que “es la crónica de un fracaso anunciado. Los cambios en el gabinete son una respuesta tardía a la falta de conducción del gobierno federal”.
Quedan pendientes puntos que se volvieron urgentes: la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que increíblemente a la fecha no aparecieron. Sobre el tema nació la iniciativa en seguridad y justicia, la que llegó al Senado en diciembre de 2014, dos meses después del ataque contra los normalistas.
En este documento se plantea reformar la Constitución para desaparecer las policías municipales y sean sustituidas por policías estatales de mando único, lo que tampoco ha avanzado.
Las reformas educativa y energética, son otros pendientes de Peña Nieto. La sombra de Trump es sólo el escándalo. Veremos si también puede cambiar a los secretarios responsables. Queda poco tiempo para un sexenio que rebasa la mitad de su mandato. El mexiquense tiene un entorno difícil.
HABERES
MIGUEL ÁNGEL Matamoros Camacho, secretario de Seguridad Pública, señaló que entrarían como apoyo a la SCT para sancionar, de acuerdo al reglamento, a los choferes de Uber. Aún no sabe la forma en que se aplicarían las multas, pero adelantó que sí harán trabajo en conjunto. No hay que descuidar lo otro, el control de la delincuencia común.
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