Oran por los militares asesinados en Sinaloa

CIUDAD DE MÉXICO.- La Arquidiócesis Primada pidió justicia en México y también oró por los cinco militares fallecidos el pasado viernes en Culiacán, Sinaloa, durante una emboscada perpetrada por grupos del crimen organizado.

El llamado fue durante la misa dominical que este domingo celebró el canónigo Julián López Amozorrutia, en ausencia del cardenal Norberto Rivera Carrera, quien se encuentra en Roma.

“Por los militares que han fallecido esta semana en el cumplimiento de su deber, para que gocen de la presencia del Padre y sus familias sean confortadas en la fe que profesamos”.

Por su parte, el también teólogo de la Catedral Metropolitana pidió a la sociedad mexicana no “ser cómplices de la degradación y ser aliados de la luz”.

Citando las lecturas bíblicas, señaló que aunque “no haya más que asaltos y violencias, y surjan rebeliones y desórdenes”, la comunidad cristiana no debe perder la fe en la justicia divina.

Julián López Amozorrutia, teólogo de la Catedral Metropolitana dijo “La Eucaristía adelanta la reivindicación última que Dios hará de todo compromiso de amor, de todo acto de justicia. También ahora nosotros, al participar de la Eucaristía repetimos la misma súplica, la súplica que necesita todo corazón cristiano, la súplica que necesita la comunidad cristiana, la súplica que necesita la sociedad mexicana. Señor, aumenta nuestra fe”.

Durante la celebraron litúrgica, el presbítero y feligreses oraron además porque los gobernantes de México, “para que olviden recelos y disputan y busquen la cooperación entre ellos para el bien de todos”.

La muerte de los soldados no quedará impune

El día de ayer el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, afirmó que el Ejército no descansará hasta que los responsables de la muerte de cinco militares en Culiacán, Sinaloa, el pasado viernes, sean juzgados por sus delitos.

El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) encabezó el homenaje póstumo a los cinco militares que perdieron la vida al ser emboscados cuando trasladaban a un delincuente herido —presunto primo de Joaquín El Chapo Guzmán— a un hospital.